«Uníos, cambiad eso. Si ellos se compran su primer móvil cuando sean adultos les haces el mejor regalo en calidad de vida». Francisco Villar, psicólogo clínico infantil y juvenil y coordinador del programa de prevención del suicidio del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, invita a la acción a los padres: «Les liberamos de las pantallas para que vivan. Defendamos la vida». Villar protagonizó la tercera jornada del Ciclo Jóvenes organizado por Ultima Hora con la colaboración de la Fundación La Caixa.
Durante su intervención repasó las evidencias científicas de los efectos nocivos de las pantallas en la infancia y la adolescencia y vinculó su aparición con el incremento exponencial de problemas de salud mental en esas etapas. «Los únicos que están contentos con la idea de educar en su uso son los traumatólogos», ironizó: todos los indicadores de salud empeoran menos los que tienen que ver con golpes, fracturas y daños provocados en niños por jugar al aire libre. «En las guarderías me cuentan que tienen niños con problemas de hablar o de desarrollo psicomotriz. Cuando les quitan la pantalla empiezan a hacer esas cosas», señaló al tiempo que mostraba una imagen de una silla para bebés que ya lleva el soporte para un móvil a la altura de los ojos del niño.
Otro ejemplo: los casos de miopía magna se han multiplicado por seis. «Los oftalmólogos dicen que nada de pantallas al menos hasta los cinco años y que para prevenirlo se necesitan tres horas al día en la calle», añadió Villar. «Comer es todo, sentarse, probar, enfadar a tu padre. Si quitamos esa opción tenemos un problema», y lo vinculó con el aumento de la obesidad por no aprender a alimentarse bien o con los trastornos de conducta alimentaria. «Si comparamos nuestras inseguridades con Instagram, ¿a qué nos lleva eso», dijo sobre casos de anorexia y bulimia sobre todo en chicas.
Dormir con móvil
Problemas de sueño: «El 96 por ciento de los menores entre diez y 16 años se van a la cama con el móvil o una tableta. Si duermen mucho es porque es muy importante, no porque sean unos vagos». Recordó que para un adulto son necesarias dos horas sin la luz del terminal para poder conciliar bien el sueño. También problemas de aprendizaje: «El que diga que los malos resultados del informe PISA son por las pantallas es un demagogo; pero el que diga que no tienen que ver es que trabaja en Meta. La ciencia ha salido en defensa de la lectura. Sin esa capacidad, les quitamos su libertad». Villar advirtió también de las relaciones familiares: «Solo una pantalla encendida en un hogar baja la calidad de la relación y es el primer factor de prevención. Una cena en familia protege. A veces, el adolescente se despista y puedes hablar con él». Para Villar la solución está en la familia y la escuela. «Supervisión parental: saber con quién está tu hijo y dónde. No te lo dirá o te dirá una trola, pero ya sabe que le importa a alguien».
«Las tecnológicas buscan la atención de los jóvenes. En diez años han conseguido que, en Barcelona usen ocho horas al día pantallas y ese tiempo lo están pasando con redes o videojuegos», explicó. También que los recursos que han multiplicado las administraciones no dan de sí: «Solo en Barcelona se han abierto dos unidades más para casos agudos de enfermedad mental». Comentó que, ante la avalancha de consultas por posibles trastornos del espectro autista, el sistema de salud catalán comenzó por pedir a los padres que tuvieran dos meses sin dispositivos a sus hijos. «Se descartaron la mayoría de casos y solo se tratan los que son reales».
Sobre su labor en prevención del suicidio relató que cada día ve casos de adolescentes que han sido extorsionados o acosados por adultos a través de las redes. «Eso es mi día a día». También sobre la existencia de grupos pro suicidio. «Saben con qué hacerse daño. Consultan los peores contenidos y están encantados porque se sienten entendidos entre iguales».
La jornada fue abierta por Sergi Loughney, director de Relaciones Institucionales de la Fundació La Caixa. «Las culpas las tenemos todos nosotros y todos somos los responsables. Es necesario que pensemos como sociedad. La solidaridad empieza por cada uno», dijo. Destacó la intención de la Fundación, «única en Europa», de un capitalismo social y destacó el papel de Critera como grupo industrial.
La presidenta del Grup Serra, Carmen Serra, por su parte, expresó la voluntad de la jornada: «Queremos analizar cómo las pantallas crean problemas a los pequeños y dar herramientas a los padres».