Baleares cerró el primer trimestre con más turistas de su historia. A las puertas de una nueva temporada llamada a marcar un nuevo récord en términos de llegadas turísticas, las Islas confirman un arranque de año de máximos justo en un momento en que el debate de la masificación vuelve a posicionarse en primera línea de actualidad con los atascos kilométricos en las carreteras de Sóller y de Formentor.
Según las estadísticas de movimientos turísticos en fronteras (Frontur) publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Institut d'Estadística de les Illes Balears (IBESTAT), de enero a marzo llegaron al Archipiélago 1,25 millones de visitantes, un 17 % más que en el mismo periodo del año pasado (casi 200.000 personas más).
La cifra no solo supera la alcanzada en 2023, también el récord que hasta ahora ostentaba el año 2019, con 1,092 millones de turistas. A ello ha contribuido el hecho de que la Semana Santa cayera en el mes de marzo este año. De todos modos, no ha sido el único factor, ya que en enero y febrero ya se habían registrado máximos históricos de visitas.
Mientras, el gasto turístico va también incrementándose a niveles superiores a las llegadas: la facturación acumulada en el primer trimestre rozó los 1.250 millones de euros, un 28 % más que el pasado año. El gasto por persona ha subido un 9 %, mientras que el gasto por persona y día está un 12 % por encima.
Por lo que respecta a los mercados emisores de referencia para Baleares, los belgas son los que más suben (+73 %). Los dos principales mercados, Alemania y Reino Unido, exhiben también cifras al alza, con un 11 % más de llegadas en el caso de los teutones y del 38 % para los británicos.
En el lado opuesto están los italianos, que, al menos en este periodo, parecen haberse convertido en la primera nacionalidad víctima del encarecimiento de la oferta balear. Italia -cuarto mercado internacional para Baleares el año pasado tras Francia- es el único de los principales emisores del entorno europeo que ha experimentado una evolución a la baja en sus llegadas, una espectacular caída del 29 % que parece delatar una fuga del cliente italiano hacia destinos más económicos, tanto del mediterráneo oriental (Turquía, Grecia o Croacia) como de otras comunidades autónomas españolas.
De hecho, la cifra de llegadas en el conjunto de España de italianos ha aumentado un 15,5 %, lo que evidencia más el retroceso experimentado por Baleares en este nicho.
El informe de tendencias de mercados emisores publicado esta semana por Turespaña confirma las dificultades por las subidas de precios expuestas por las principales asociaciones de consumidores del país y que, pese a ello, estos no están dispuestos a renunciar a sus vacaciones. Las cifras de llegadas a España confirman el desvío de los flujos.
Otro indicador del insostenible encarecimiento de Baleares para el bolsillo italiano: entre los principales mercados internacionales, los italianos son los que registran un menor gasto por persona (888 euros) y por persona y día (121 euros). La media se sitúa en 1.228 euros y 167 euros, respectivamente. Alemanes, suizos y nórdicos son los que exhiben unas medias de gasto más elevadas.
Las cifras publicadas ayer confirman el crecimiento observado en la actividad turística en este inicio de año, con indicadores como el adelanto de las contrataciones de los trabajadores de temporada. De hecho, el mes de marzo se cerró con 514.171 afiliados a la Seguridad Social y una tasa de paro del 5,5 %, lo que sitúa a Baleares al borde del pleno empleo antes incluso del arranque de temporada. El lunes se emitirán los datos correspondientes al mes de abril.