El plou i fa sol de toda la vida. Las islas despertaban este miércoles con un pronóstico idóneo para el majestuoso y mágico arcoíris doble que pudo verse claramente sobre todo en el norte y este de Mallorca. Desde primera hora, la Agencia Estatal de Meteorología en Baleares informaba sobre un «cielo claro que, horas después, combinará chubascos e incluso tormenta y granizo puntualmente fuertes». Con temperaturas de entre 17 y 24 grados, el mar rugió embravecido mientras en el cielo se combinó el fenómeno entre los fenómenos.
El norte y levante mallorquín fueron los primeros en ver aparecer un doble reflejo que sorprendía y dejaba a muchos sin palabras, y aunque parezca que esto ocurre muy pocas veces, el geógrafo Albert Darder nos desvela que «casi todos los arcoíris cuentan con su doble sólo que cuesta muchísimo verlo; llamamos 'principal' al visible y el segundo siempre queda más atenuado y por encima de él», nos explica. Es uno de los primeros enigmas que desvelamos, el reflejo del arcoíris principal siempre lleva los colores invertidos, del violeta a rojo de izquierda a derecha en lugar de rojo a violeta como en el primario, y se reproduce por encima del 'original', en el exterior.
Para poder verlo tal y como se disfrutó este miércoles en Mallorca, la luz debe pasar con facilidad y nitidez cristalina a través de las gotas de agua, en mitad de la lluvia y con la fuerza penetrante del sol entrando desde el otro lado. «Si no ocurre eso, es imposible de ver», describe Albert. Además, nos indica un refrán popular mallorquín al que hacerle caso si volvemos a ser testigos de un espectáculo como el de ayer: Arc de Sant Martí, si surt es dematí, fé es llit i colgat-hi; si surt es decapvespre, treu es cap per sa finestra, refrán que se recoge en el 'Refranyer popular de l'illa de Mallorca' de Miquel Fuster.
El misterio del rayo verde
Darder nos cuenta todo esto desde el Mirador de Ses Barques, con una pierna en Sóller y otra en Fornalutx; allí nos desvela otro misterio, el del 'rayo verde': «El último rayo de la puesta de sol tiene un ligero color verde y dicen que trae buena suerte; yo lo logré ver una vez y no dura más de una centésima de segundo».
Todos estos fenómenos están relacionados con la luz, el ingrediente estrella que con su doble reflexión en el interior de las gotas de agua provoca el efecto duplicado del arcoíris, llamado 'Arc del Dimoni'. Un efecto parecido al de ver un elemento recto con cierta torsión cuando lo sumergimos en el agua. Esto ocurre porque al ser dos entornos totalmente distintos (dentro del agua y fuera), la luz se desplaza a diferentes velocidades. En mitad de un cielo nublado y lluvioso, cuando los rayos de sol logran entrar, la luz cambia la dirección en el interior de las gotas de agua y sale por el otro extremo, dando lugar a un abanico de colores en base al tamaño de las gotas, las más pequeñas darán lugar a colores pálidos y las mayores, a los demás vivacidad.
¿Por qué vemos más de un arcoíris?
El misterio es fácil de resolver, se trata, sencillamente, de un doble reflejo en el interior de la gota. Como la luz entra y rebota, al cruzarse los rayos, obligan al arcoíris a invertirse, mostrándose en todo su esplendor pero al revés. Al espacio que queda entre ambos fenómenos ópticos, le llaman el 'Área oscura de Alejandro'.
Y aún hay más. En Baleares, aún no ha ocurrido o al menos, no se tienen registros, pero existe la posibilidad de visualizar un arcoíris triple e incluso en casos muy extraños, reflejado en el agua. Y por cerrar con una curiosidad aún más mágica, no olvidéis mirar al cielo uno de esos días mixtos porque veréis el arcoíris en su forma más pura, un círculo completo y no un arco, así es como son en realidad.