Génova siempre gana. En el PP ese es el lema. El consejo en el partido es que quien tenga la tentación de enfrentarse a la dirección o desafiar su autoridad, que se lo piense dos veces porque Génova siempre gana. Siempre ganaba, como comprobó Gabriel Cañellas, pero este lema saltó por los aires con Pablo Casado. Génova perdió.
Con Vox pasa algo parecido. Bambú, la Génova de Vox, siempre gana y ahora lo acaba de hacer. La autoridad de Santiago Abascal sufrió un duro golpe cuando un grupo de diputados le desafió y a punto estuvo de hacer caer al president del Parlament. Ese grupo quedó vivo tras la crisis, pero en una situación interna tremendamente delicada. Ayer se comprobó que, durante estas semanas, la dirección nacional del partido les ha ido desactivando por la vieja máxima griega del ‘divide y vencerás'. El monolítico grupo de diputados críticos ha saltado por los aires y Bambú se ha hecho con el control de dos de sus cinco diputados y, de paso, con el control del grupo.
Los otros tres diputados quedan desactivados y sin control y a partir de ahora se podrán dedicar a disfrutar de ese nuevo juguete que es la asociación Avanza en Libertad. ¿Será el embrión de un nuevo partido político? Todo es posible. Los tres cabecillas de la rebelión, Idoia Ribas, Sergio Rodríguez y Agustín Buades, son conscientes de que están más que amortizados y de que su futuro político es incierto. ¿Lo será menos si crean otro partido a imagen y semejanza de Vox? No, en absoluto. De hecho, eso es algo que ya le iría bien al PP de Marga Prohens. También aquí sirve aquello de divide al enemigo y vencerás.