Un año más, la iglesia de la Anunciació, en Palma, se ha llenado de fieles en este Dimecres Sant para asistir al Davallament del Sant Crist de la Sang, cuya imagen, la más venerada de Mallorca y en concreto de la Semana Santa palmesana, ha sido expuesta, yacente, frente al altar del templo en espera de salir y presidir, mañana, la procesión del Dijous Sant.
A las 10.00 horas, la iglesia ya estaba repleta de fieles, con muchos de ellos de pie en los dos accesos al templo. En un lateral de la nave central y frente al camerín del Crist de la Sang, la imagen de la Mare de Déu Dolorosa, traída el martes, ha sido testigo de todo el ceremonial, que se ha iniciado con la eucaristía oficiada por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, quien se ha referido a «la paz de Cristo entre tanta violencia y tanta guerra».
A continuación, el vicario general de Menorca, Bosco Faner, ha sido el encargado de pronunciar la plegaria del Via Crucis, durante la cual uno de los fieles presentes ha sufrido un desmayo y ha tenido que ser asistido por personal sanitario del Hospital General.
Tras el Via Crucis, los sobreposats y los prohoms de la Confraria de la Preciosíssima Sang del Nostre Senyor Jesucrist se han dirigido al camerín del Sant Crist de la Sang y han cargado con la imagen, ya descolgada de la cruz, y la han trasladado entre aplausos y gritos de ¡Viva el Cristo de la Sangre! por la nave central del templo hasta el patio que da al Hospital General, el centro sanitario más antiguo de Palma, para mostrarla simbólicamente a los enfermos.
Durante todo el proceso, numerosos móviles en alto no han perdido detalle y han registrado fotografías y vídeos sin cesar. De vuelta del patio por el pasillo central de la iglesia, el Crist de la Sang ha sido depositado, yacente, frente al altar. El obispo ha realizado el acto simbólico de veneración esparciendo incienso por la imagen y, tras unos momentos de reflexión, la ha besado, al igual que el rector de l'Anunciació, Lluc Riera, y otros religiosos que les han acompañado.
A partir de ese momento, todos los fieles han podido desfilar, con cierto desorden, ante la imagen para expresarle su devoción, tocándola y besándola, incluso acariciándola y pasándole pañuelos. No han faltado momentos de intensa emoción y lágrimas, y varios fieles se han arrodillado alrededor del Sant Crist. Otros fieles han querido pasar dos veces ante la imagen mientras la cola llegaba hasta la calle.
La imagen queda expuesta este miércoles hasta las 19.00 horas. Mañana, Dijous Sant, podrá ser visitada y venerada entre las 08.00 y las 17.00 horas, dos horas antes del inicio de la procesión, y el Divendres Sant, entre las 08.00 y las 18.00 horas. El Davallament es el único momento de todo el año en que el Sant Crist de la Sang abandona su camerín.
A la conclusión de toda la ceremonia, el obispo ha declarado a los medios de comunicación que «el Crist de la Sang es el centro de todo. Es un Cristo muerto como preludio y paso previo a la vida en plenitud». Sebastià Taltavull también ha expresado su satisfacción por «los templos llenos de fieles durante todos estos días».