Los colegios públicos y concertados que estén interesados en sumarse al plan de elección de lengua del Govern tendrán que cumplir una serie de requisitos, como que cada clase tenga un mínimo del 20 % de solicitantes para hacer Matemáticas o Conocimiento del Medio en castellano. En la práctica, esto implica que este porcentaje de familias pidan expresamente al centro que sus hijos no den estas materias en catalán que, desde hace décadas, al ser una lengua minorizada, es la que se usa como vehicular en todas las materias, exceptuando las lingüísticas.
El borrador del plan piloto de elección de lengua que prepara la Conselleria d'Educació no detalla las asignaturas en las que se podrán hacer grupos divididos en castellano o catalán, pero el conseller Antoni Vera anunció en febrero que en Primaria se aplicaría en estos casos mencionados. El texto, que todavía puede sufrir cambios, señala que si se trata de un grupo reducido, un mínimo de cinco alumnos tendrán que haber solicitado sumarse al plan.
Otro requisito que ahora se confirma, puesto que ya había sido anunciado, es que los centros interesados en adherirse al plan tengan tengan espacio suficiente para separar grupos por lenguas, lo cual es complicado en muchos casos. Así como adaptar su proyecto educativo, que en el caso de los centros públicos tendrán que contar con el consenso de todo el claustro, mientras que, en el caso de los concertados, será decisión de los propietarios del centro. Es decir, una congregación religiosa, los socios de una cooperativa o una empresa, por ejemplo.
Todas estas medidas se prevén aplicar el próximo curso en segundo y tercer ciclo, es decir, entre cuarto y sexto de Primaria. En el curso 2025-2026 esta posibilidad se extenderá a los institutos, de manera que las familias podrán elegir una de las dos lenguas oficiales en dos materias: Matemáticas y Geografía e Historia. También tendrán que escoger uno de estos dos idiomas en las materias de ámbito científico: o Biología y Geología, o Física y Química o Tecnología.
Hasta ahora, el modelo educativo balear se ha basado en que el catalán sea la lengua vehicular para fomentar su normalización, ya que es una lengua minorizada y el castellano es más usada y los alumnos en todos los casos adquieren mayor conocimiento, incluso bajo el sistema lingüístico actual. En la práctica, además, no en todos los centros se cumple ni siquiera un 50 % de las horas lectivas en catalán.
Críticas de todos los sectores
«Lo que la Administración debe hacer es dotar a todos los centros educativos de los medios necesarios para ofrecer una enseñanza de calidad y no ceder al chantaje de Vox, que sólo pretende crear división y debilitar aún más la presencia del catalán en el entorno educativo y social», han dicho este lunes desde el STEI-Intersindical, el mayoritario en la enseñanza pública. De hecho, la mayoría de entidades de la comunidad educativa balear rechazan el plan de elección de lengua.
Por su parte, la organización PLIS Educación, fundada por varios exdirigentes de Ciudadanos y que ha presionado desde el principio junto a Vox para que el Govern impulse el plan, ha lamentado en un comunicado la falta de «firmeza y rotundidad», que el conseller Vera exhibió el 8 de febrero en el Parlament, cuando defendió que los padres de los centros adheridos al plan podrían elegir lengua para las materias troncales. «Se trata de un borrador. Esperemos que en la resolución definitiva recupere sus compromisos», esperan desde esta entidad.