La situación en el aeropuerto de Palma ya se ha normalizado y los pasajeros pueden pasar los controles de seguridad con fluidez, según han informado desde Aena a las 11:30 horas de este Domingo de Ramos. Durante las primeras horas de la mañana se ha vuelto a vivir una jornada de caos. Centenares de personas han estado más de una hora esperando para pasar los controles de seguridad, que les permitían acceder a las puertas de embarque, según han informado ellos mismos a Ultima Hora. Se han vivido momentos de máxima tensión, ya que los viajeros temían perder sus vuelos. Desde Aena ha reconocido las colas, pero han asegurado que no han sido superiores a los 15 minutos.
Este pasado viernes ya se vivió una situación de caos en el aeródromo palmesano, debido a una huelga de celo de los trabajadores de Trablisa; muchos pasajeros perdieron sus vuelos. Tanto Aena como Trablisa negaron que hubiese una huelga convocada. Cabe precisar que la conocida como huelga de celo consiste en que los trabajadores llevan al extremo el cumplimiento de sus obligaciones retrasando el proceso de control del equipaje hasta provocar el colapso.
Caída en picado de los vuelos internacionales
Este domingo está previsto que se realicen en el aeropuerto de Palma un total de 455 operaciones. Cabe destacar que esta Semana Santa se producirá una caída en picado de los vuelos internacionales, respecto a las mismas fiestas del ejercicio 2023. Entre el 22 de marzo y el 1 de abril se registrarán en Son Sant Joan un total de 3.074 movimientos. Sin embargo, entre el 31 de marzo y el 10 de abril de 2023 (fechas en las que se celebró la Pascua) fueron 5.028. Desde Aena han explicado que esto se debe a que en 2024 las citadas fiestas se celebran antes; el año pasado ya coincidió con el inicio de la temporada turística propiamente dicha.
En relación a este asunto, la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), María Frontera, ha puesto en valor el esfuerzo que han realizado los hoteleros para iniciar la temporada turística en marzo, por tercer año consecutivo, aunque la conectividad aérea no será muy elevada. «La caída de vuelos es bastante drástica, pero lo importante es el compromiso de la planta hotelera con las reaperturas».