Faltan semanas para que llegue la primavera, pero las carreteras de Mallorca empiezan a llenarse de cicloturistas que aprovechan este invierno de bonanza climatológica para saciar sus ganas de dar pedales por las carreteras de la Isla. Eso ha hecho que la temporada se avance a las fechas inicialmente programadas, y lo haga por tercer año consecutivo, como una secuela a medio plazo de los efectos de la pandemia.
Esa actividad se refleja en la ocupación hotelera y el estado actual de la actividad de la planta en Mallorca, cuya apertura se fija en un 30 % a estas alturas del mes de febrero, siendo las previsiones desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) que en marzo se alcance una cifra de hasta el 70%, plasmando el cambio de tendencia y la ampliación en el calendario de una temporada turística que tiene en el cicloturismo y el montañismo dos puntales para asentar su alargamiento, que en el caso del primero llegó hasta finales de noviembre en 2023 y, en el segundo caso, permite mantener activa la oferta especialmente en establecimientos de la Serra de Tramuntana.
A la espera del primer 'pico' de ocupación cicloturista, que llegará a finales de abril a raíz de la celebración de la multitudinaria marcha Mallorca 312 OK Mobility y como secuela de la Semana Santa, febrero ha permitido poner en marcha antes de lo calculado esa otra oferta paralela a la hotelera. Tiendas de alquiler de bicicletas, talleres o establecimientos que venden ropa o material diverso relacionado con el ciclismo han palpado ese incremento de visitantes que tienen esta actividad como excusa para viajar a la Isla fuera de la temporada en sí.
Por el momento, la Platja de Palma e incluso la planta hotelera de la capital y una pequeña parte de Calvià, son los principales focos de atracción de este segmento, que en unas semanas trasladará buena parte de su movimiento a zonas consolidadas como Playa de Muro o Port d'Alcúdia, referentes dentro del sector y con una oferta de alojamiento y servicios, dentro y fuera de los propios hoteles, preparada para este perfil de visitante, que adelanta su aterrizaje en Mallorca un invierno más y será de nuevo protagonista en primavera.
La especialización en este segmento ha llevado a diferentes empresas hoteleras y touroperadores a meterse de lleno y apostar por un producto que lleva años creciendo y siendo clave fuera de la temporada estival en Mallorca.