Honorio y Maria del Carmen son un matrimonio de Esporles de 70 años de edad que estas pasadas Navidades viajaron hasta un pueblo de Palencia para celebrar las fiestas con su familia. Los dos se contagiaron de COVID y ella, que padece de insuficiencia cardíaca, acabó ingresada de urgencia en el Hospital General Río Carrión de Palencia con complicaciones asociadas a patologías previas. Desde el pasado 25 de diciembre, María del Carmen está ingresada en el hospital palentino a la espera de una solución que le permita regresar a Mallorca, «ya sea al hospital de Palma o a casa», nos relata su marido.
«Si pudiera, yo mismo la llevaría en el coche a coger un avión o un barco, que era nuestro plan inicial. Pero está con oxígeno y necesita un transporte medicalizado», se lamenta Honorio, que se siente «atrapado en la península» y asegura no saber «qué más hacer».
Desde el Servicio de Atención al Usuario del Ib-Salut «nos dicen que no nos corresponde el traslado médico por haber venido de vacaciones», continúa Honorio, que denuncia el «abandono» por parte del Ib-Salut con quienes asegura que ha sido, además, muy difícil comunicarse. «Nunca cogen el teléfono y, cuando lo hacen, te derivan de un departamento a otro y al final se corta», nos explica.
Este martes, el cardiólogo de Palencia que ha estado tratando a María del Carmen durante casi dos meses ha conseguido ponerse en contacto con su homólogo de Son Espases. «Por fin», añade Honorio, que nos cuenta que tampoco desde el hospital palentino habían logrado contactar ni con la administración balear ni con los médicos de Palma hasta la fecha.
Aún así, continúan a la espera de una respuesta definitiva -o diferente- por parte del Ib-Salut o del hospital de Son Espases. En caso de que finalmente no sea posible el traslado, la alternativa que ofrecen a Maria del Carmen desde Palencia es derivarla al hospital de Valladolid para la cirugía cardíaca que precisa, y que tampoco le pueden realizar en el Río Carrión de Palencia. Maria del Carmen ya ha tenido que cancelar una cirugía cardíaca que tenía programada en enero en Son Espases, así como todas las demás citas médicas de este último mes y medio.
Según el Ministerio de Sanidad, cuando un paciente desplazado transitoriamente a otra comunidad autónoma ha recibido asistencia sanitaria urgente, «la comunidad de origen del paciente es la que se hace cargo del transporte sanitario que precise por causas estrictamente médicas para su traslado a la comunidad de origen, bien a su domicilio o a otro centro sanitario».
No obstante, desde el Servicio de Salud de Baleares explican que el protocolo sólo contempla el traslado medicalizado de pacientes «cuando es el propio Servicio el que los ha derivado previamente a otra comunidad autónoma por no disponer de medios especializados para su tratamiento en los hospitales públicos de las islas». Que no es el caso de Mari Carmen.
«Se hacen excepciones», añaden, «con pacientes que están fuera de las islas y sufren un accidente muy grave o cuyo estado es de extrema gravedad. En estos casos, y por razones humanitarias, el Servei de Salut se encarga de su traslado de vuelta a las islas», explican desde el Ib-Salut que insisten, además, en que «la unidad de prestaciones del Servei de Salut valora individualmente cada caso, y autoriza o no en función de los criterios asistenciales y legales vigentes».