Decano-presidente del Ilustre Colegio Oficial de Economistas de les Illes Balears y catedrático de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Onofre Martorell acaba de ser nombrado miembro honorario de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras.
¿Qué supone para usted el ingreso en la RACEF?
Una satisfacción enorme porque es lo máximo a lo que uno puede aspirar. El broche final a una carrera académica.
¿Me está diciendo que se retira?
No (ríe). Me quedan muchos años todavía.
En su discurso de ingreso analizó los retos de la industria turística balear. ¿Cuáles son?
El cambio climático es la principal amenaza. Me preocupa que las altas temperaturas de julio y agosto puedan afectar a la demanda de turistas. Hay quien dice que los que dejen de venir en esos dos meses por exceso de calor se verán compensados con el aumento de los que vengan en otros meses del año, que serán también más cálidos, pero yo no lo acabo de ver, porque están los calendarios escolares y la gente no se mueve cuando quiere, sino cuando puede.
Precisamente, un informe de Joint Research Centre, un grupo de científicos que se encarga de asesorar e investigar para la Comisión Europea, dice que Balears será una de las regiones donde más bajarán las pernoctaciones con el avance del calentamiento global. ¿Estamos a tiempo de evitarlo?
No cumpliremos con el objetivo de emisiones cero en 2050, porque no sólo no bajan, sino que aumentan un 1,3 % anual. A nivel mundial, solo lo evitaremos sancionando a países y empresas que incumplen e incentivando fiscalmente a los que cumplen. Además, el importe de las sanciones servirían para financiar la transición hacia una economía descarbonizada, que es muy costosa.
Otro modelo productivo mas sostenible ayudaría a reducir emisiones
La economía no es el problema, sino que puede ser parte de la solución. Lo que debemos cambiar es la forma de producir la energía, no el sistema económico.
Al cierre de 2023 han pasado por Balears cerca de 18 millones de turistas. ¿Es sostenible?
Necesitamos que vengan menos turistas pero que gasten lo mismo que todos los que vienen ahora, una obviedad que no llegamos nunca a conseguir. Turismo de calidad que se aloje en hoteles de cuatro o cinco estrellas, chalets de lujo...
¿Turismo sólo para ricos?
No. A los residentes lo que nos molesta es la masificación y lo que queremos todos es que los turistas gasten y generen riqueza. No hay que condenar a los hoteles de 3 estrellas, pero creo honestamente que deberíamos dar por superado lo de los establecimientos de una y dos estrellas, que suponen ahora mismo unas 20.000 plazas hoteleras. O sea, el estadio de Son Moix lleno.
Ha expresado públicamente en alguna ocasión su inquietud por cómo afectará el metaverso al turismo. ¿Tiene ya alguna pista ?
Muchas empresas están invirtiendo y ya puedes visitar Nueva York desde tu casa interactuando con avatares. Lo que espero es que la gente no se conforme con el ordenador y sigan optando por viajar y vivir experiencias, porque además de ver cosas, la gente se quiere entretener. De todas manera, hemos de tener en cuenta que el futuro lo decidirán milenials que están permanentemente conectados a una pantalla y eso lo saben las empresas.
La guerra de Oriente Próximo parece extenderse. ¿Cómo puede afectar a la economía global y a la balear en particular?
Hace unos meses decía en el Foro Santander que organiza esta casa que era importante que Irán no se implicara y parece que lo ha hecho. Mi deseo es que se acabe cuanto antes para evitar otra crisis como la de 1973 y, sobre todo, que nos olvidemos de Ucrania. Las democracias están cansadas y la sociedad americana le está diciendo, tanto a Trump como a Biden: «Ya está bien de intentar arreglar los problemas de los europeos y consígame usted una operación de menisco». Los países democráticos se están cansando de dar ayudas a otros paises en conflicto y nos jugamos mucho.
¿Cuál es el principal desafío de la economía balear?
Cuidar mucho el sector turístico, mejorando la calidad y la sostenibilidad, potenciando todo tipo de oferta legal en igualdad de oportunidades, combatiendo la oferta ilegal y acabando con la oferta de baja calidad porque es la que provoca masificación. Otro reto es la diversificación económica, algo que es fácil de decir y difícil de hacer. La diversificación económica no la crearemos cuatro o cinco catedráticos en un despacho, sino los muchos empresarios que ya están pensando cada día en cómo hacer otros negocios que les permitan ganar dinero.