La Dirección General de Salud Pública, a raíz de las investigaciones llevadas a cabo en las últimas semanas por el Servicio de Seguridad Alimentaria de la Conselleria de Salud, ha decidido suspender de forma temporal la actividad de la empresa responsable del brote de intoxicación alimentaria en el que se vieron afectados 149 niños y cinco profesores de cuatro colegios de Palma el pasado mes de diciembre.
Según se desprende de la documentación recabada y del análisis de las encuestas realizadas a los manipuladores, existen discrepancias entre la práctica declarada y la documentación presentada por la empresa de catering en su Plan de Seguridad Alimentaria. Por ello, el programa de gestión de seguridad alimentaria de la empresa se ha considerado no acorde a los procesos reales que se llevan a cabo.
La versión aportada por el programa no demuestra que cumpla con su finalidad de analizar y controlar los peligros y puntos críticos donde pueden ocurrir contaminaciones alimentarias, poniendo en riesgo la salud pública, según han explicado desde la Conselleria. Por otro lado, hasta la fecha la empresa no ha aportado ninguna información, análisis o dato que sugiera que conoce las causas del fallo en la inocuidad de los alimentos y sus medidas de mitigación, lo que genera incertidumbre sobre las medidas correctoras que aplicará para evitar futuros riesgos en la salud pública.
En vista de estos hallazgos, la Dirección General de Salud Pública ha suspendido de forma temporal la actividad de esta empresa hasta que rediseñe su programa de seguridad alimentaria. En concreto, han justificado esta decisión ante las carencias evidentes en el sistema gestión de seguridad alimentaria presentado por la empresa, y para garantizar la seguridad y salud de la población, priorizando la prevención y corrección de prácticas que puedan poner en riesgo la integridad de los consumidores.
Por su parte, la Conselleria de Educación y Universidades ya ha enviado un comunicado a los centros afectados por la suspensión temporal de la actividad del servicio y elaboración de comidas preparadas en la cocina central de dicha empresa, anunciando que a partir de este lunes, y hasta nuevo aviso, el servicio de comedor se seguirá ofreciendo con normalidad a través de una subcontratación de la prestación de catering. El alimento bajo sospecha fue un arroz caldoso que se sirvió de menú y el brote de intoxicación alimentaria, que se produjo el pasado 20 de diciembre, afectó finalmente a un total de 149 alumnos y cinco profesores en cuatro centros educativos.
Los centros fueron el CEIP Maria Antònia Salvà, con 52 menores y dos profesores perjudicados; el CEIP Cas Capiscol, con 71 niños y dos profesores afectados; el CEIP Aina Moll, con 20 niños afectados, y el CEIP Es Viver, con seis niños y un profesor afectados. Estas personas presentaron un cuadro de dolor abdominal, diarrea y vómitos, todos de curso leve, y no se produjo ningún ingreso hospitalario.