Se llama Picasso y hace un guiño a la marca española. Es un robot basado en inteligencia artificial que ha revolucionado el mercado del fotomatón. Se trata de un proyecto pionero en Baleares y en España gestado por los mallorquines Sergio Huertas y Guillem Deià. Los autores son jóvenes con ganas de revolucionar el mercado tecnológico de las Islas.
El proyecto se gestó a finales del año pasado. Este tipo de modelo está replicado en muy pocas partes del mundo. Reunieron dinero y, a través de su empresa (NemoDreams), compraron varios robots para traer a la Isla y comercializarlos. «Este robot es capaz de dibujar un retrato en menos de un minuto», destaca Sergio Huertas. Su proceso es sencillo: con una tablet, la persona se coloca para hacerse un selfie. Una vez hecha la foto, ésta se envía a un ordenador que procesa la fotografía y envía la información al brazo robótico. En unos 20 segundos, empieza a moverse y a dibujar la caricatura con mucha precisión. «Es un software americano, y después de comprobar qué podrías hacer nosotros –dicen que este brazo robótico puede tener varias funciones, una de ellas impresión en 3D–, decidimos enfocarnos en los fotomatones», confiesan durante la entrevista.
Guillem estudió Protocolo y Organización de eventos y Sergio tiene la carrera de Administración y Dirección de Empresas. El mundo corporativo lo conocen muy bien, y por eso tienen la ilusión de emprender con un producto «revolucionario». Ahora que ya están promocionando el robot Picasso, quieren enfocarse esta temporada en los eventos corporativos: «Es un sector muy implicado en la inteligencia artificial y en la innovación», puntualiza Guillem. Pero no descartan en la temporada estival comercializar este producto en bodas y otras celebraciones en Mallorca.