Bernardo Paz, uruguayo de cuna, español de adopción y mallorquín de verano desde hace treinta y muchos años, ha vuelto un año más a la isla con motivo de la Copa del Rey. Antes, durante décadas, lo hacia para cubrir el verano real en Marivent, por lo que estaba cerca de mes y medio en Palma. Hoy, siguiendo las vacaciones reales está lo que duran: una semana o como mucho diez días. Y es que los tiempos han cambiado una barbaridad. «Pese a ello -asegura- seguiré viniendo a la Isla hasta el fin de los días».
Ni que decir tiene que Bernardo ha notado el cambio que ha tenido lugar en el periodismo en, prácticamente, todos los sentidos, «por ello, se ha cumplido nuestra etapa laboral, que conlleva un cambio de música, y como yo no se bailarla, pues me busco nuevos lugares en los que pueda dar la talla. Y es que, como bien sabes, la prensa cambió, Mallorca también cambió y nosotros… Pues también hemos cambiado, y como detrás nuestra llegan otros periodistas, con otras ideas y formas de trabajar, debemos dejarles espacio a fin de que hagan su periodismo».
-Hace unos años, el fotógrafo…
- … si quería la foto -interrumpe y luego añade-: tenía que estar ahí. Hoy no hace falta. Hoy se la hace el famoso, le aplica todos los filtros habidos y por haber a fin de que su imagen sea impecable y la cuelga en las redes, donde la pilla todo el mundo, incluso los que no hacen calle. Por tanto, ¿para qué hacer kilómetros tras él? Por otra parte, muchas veces las noticias no se contrastan. Se sueltan y ¡hala!, que rueden… Porque algo que no es verdad, pero que se repite mil veces, termina siendo verdad. Sin ir más lejos, días atrás, las televisiones contaron que la reina Sofía había estado por Palma comprando. Incluso algunos hasta detallaron lo que había comprado. La reina emérita, según me comentaron, salió al paso de la noticia desmintiéndola. Y en nuestros tiempos eso no sucedía, pues hasta que no tenías la foto todo era ciencia ficción. En cambio, ahora, es como el cuento del pescador: cada uno cuenta que ha pescado el pez más grande.
Bernardo hace una pausa, piensa, sonríe, y suelta lo que piensa.
-Hoy manda Internet, las redes sociales. Lo digo porque esta semana, la revista Hola ha hecho como una especie de resumen de Instagram. Lo cual me parece un suicidio. Porque una cosa son las relaciones públicas y otra el periodismo.
-¿A qué te refieres?
-Pues que si el personaje se muestra como él quiere, no es periodismo, dado que nosotros jamás hemos ocultado la verdad, sino que hemos sacado al personaje tal cual es, lejos de filtros que mejoren su imagen, que es lo que hacen ahora, cuando cuelgan sus fotos en Instagram. Conozco a un periodista gastronómico que me encanta como hace sus crónicas basadas todas en la realidad, en la verdad, que se sustenta, a su vez, en la experiencia adquirida a lo largo de muchos años, por lo que, todo cuanto escribe, es cierto, por tanto fiable, lo cual nada tiene que ver conque un famoso, solo por serlo, te recomiende un plato que seguramente no ha probado, pero que lo hace porque el restaurante le paga por ello. Y tú vas, te lo crees solo porque el famoso lo dice, y te lo pides.
-Y en cuanto al verano real, ¿qué opinas del cambio?
-Pues que tiende a cero. Basta, si no, con echar un vistazo al que estamos viviendo esta semana… Porque lo veranos reales últimos -matiza- no van más allá de una semana. ¿Y qué hemos visto a lo largo de la misma? Pues al Rey en el Club Náutico y luego con esposa e hijas en un posado y más tarde en una recepción a la sociedad mallorquina. En cambio, no hemos visto, por ejemplo, a Leonor, hoy por hoy uno de los grandes personajes a seguir, que esperamos ver cuando entre en los Ejércitos de Tierra, Aire y Marina, como vimos a su padre. Sobre todo como marinera que será como reencontrase con el mar y con la gloriosa Marina española a la que perteneció su padre, abuelo, bisabuelo.
-¿Por qué crees que las hijas de los Reyes no han seguido la tradición marinera de los Borbones?
-Pues pienso que sí, que puede que la Reina no lo haya querido. Es una opinión que comparten otros compañeros.
-Estábamos hablando de los últimos veranos reales…
-Sí, como te he dicho, tienden a cero. Si hace años hacíamos cuarenta o cincuenta reportajes durante el verano real, ya que la isla se llenaba de famosos, en estos días, en el Club Náutico de Palma, aparte de a Carlos Moyà y a Carolina Cerezuela, como famosos solo he visto a Joaquín Cortés, cuando en otros veranos… Me refiero a los del rey Juan Carlos, te encontrabas con Antonio Banderas, su mujer de por entonces, Melanie Griffith, la diseñadora Carolina Herrera, el bailarín Nureyev, que encima nos invitaba a un café… Y en Portals, también por esa fecha, al banquero Galtieri, a bordo de Il moro de Venezia, Mario Conde, Agnelli, patrón de la Fiat y presidente de la Juve, etc. Y todos esos personajes, y otros que no se veían en esas instalaciones, pero que estaban en la isla y que te los encontrabas cuando menos te lo esperabas, hacían que la Copa del Rey fuera un evento deportivo y social de altísimo nivel, que colocaba a Mallorca en la Mapamundi. También influyó en ello el patrocinador, Enrique Puig, que puede que ganara dinero, pero que también invirtió muchísimo, y que con él, la prensa estuvo muy bien atendida. Con ello no quiero decir que el actual promotor no lo esté haciendo bien, que sí, pero de forma diferente.
Bernardo Paz, en Madrid, es una de las personas que está al frente de Nikon Galería, sita en Reina Mercedes, 7, donde, posiblemente, el 4 de octubre presentan una colección de fotografías de la Familia Real y de la Familia del Rey, en la que Mallorca será protagonista.