A primera hora de este sábado por la mañana, agentes de Aduanas y de la Benemérita han trasladado a los cuatro detenidos por intentar vender 25 toneladas de almendras muy tóxicas hasta los juzgados de Vía Alemania, donde les esperaba el juez de guardia. En un primer momento, la fiscal ha valorado la posibilidad de solicitar prisión para el grupo, pero después se ha descartado esta posibilidad. Los abogados Tomeu Salas y Maite Lozano han representado a algunos de los acusados, que se han negado a prestar declaración.
El caso, ha adelantado este sábado en exclusiva por Ultima Hora, ha creado un auténtico revuelo en Binissalem, donde operaban los acusados. Contra todo pronóstico, sobre todo después de que los sospechosos se negaran a dar su versión de los hechos, el juez ha acordado la libertad sin fianza para todos los detenidos, aunque decretó una serie de medidas cauleares contra ellos, como la prohibición de salir de la Isla, comparecencia mensual en los juzgados y retirada temporal de la autorización para eliminar residuos. Según ha podido saber este periódico, el dueño de la empresa sostiene que no sabía nada del fraude porque él encargó a una empresa que se ocupara de la destrucción de las 25 toneladas de almendras procedentes de Australia. Los investigadores han registrado una nave industrial de Binissalem donde los acusados depositaron el cargamento precintado en Alicante, y que debía ser incinerado en Tirme.
Sin embargo, se ha confirmado que cambiaron el tipo y tamaño de los envases y sacaron las almendras ilegalmente hacia la Península, para venderlas a pesar de que presentaban toxinas muy peligrosas. Las fuentes consultadas indicaron que la partida, en el caso de que hubiera sido vendida , tal y como pretendía la organización, podría haber ocasionado serios problemas de salud a los consumidores. De ahí que la fiscalía se planteara inicialmente solicitar cárcel para los cuatro arrestados.