La decisión de Urbanisme de no dar el visto bueno al Plan Especial del aeropuerto de Palma ha paralizado todos los proyectos de desarrollo de la industria aeronáutica en Son Sant Joan durante esta legislatura, entre ellos la ampliación del hangar de mantenimiento de Globalia y el que quiere construir la compañía irlandesa Ryanair.
Esta coyuntura ha impedido la creación de puestos de trabajo de alto valor añadido y bien remunerados. Para dar una idea, el hangar de mantenimiento que tiene operativo Globalia da empleo a más de 300 trabajadores. El proyecto de Ryanair, según el Plan Director del aeropuerto, estará ubicado entre el hangar de Globalia y el que gestiona Cobra Aeronautics, antiguo hangar que construyó la empresa SEM. La previsión empresarial es que el hangar de Ryanair crearía más de 200 puestos de trabajo.
A esto hay que sumar todo el impacto directo en las empresas de servicios relacionadas con el sector aeronáutico, las cuales han visto paralizados también proyectos de ampliación. El aeropuerto de Palma cuenta con superficie suficiente para impulsar proyectos empresariales aeronáuticos, pero todo esto queda paralizado hasta la próxima legislatura.
Acuerdo plenario
El Ajuntament denegó a finales de 2021, vía acuerdo plenario, la aprobación inicial del Plan Especial presentado por AENA, impidiendo con ello la concesión de licencias de obra nueva ni de actividad a terceros.
La denegación, por el contrario, no afecta al desarrollo de las actuaciones de remodelación previstas en el aeropuerto, puesto que las obras del gestor aeroportuario son de interés general y amparadas por el Plan Director vigente y disponen, al mismo tiempo, de la correspondiente declaración de impacto ambiental favorable.
Sin embargo, la denegación sí afecta al objetivo principal del Plan Especial, que es la integración territorial en aspectos como la coordinación de los distintos modos de transporte, entre ellos el tranvía.
Asimismo, este plan es el documento de integración urbanística que, de acuerdo con la legislación sectorial, regula la implantación de actividades de terceros. La decisión de Cort, previo acuerdo del área de Model de Ciutat i Urbanism, no autoriza licencias de obra hasta que se apruebe el Plan Especial, lo que bloquea la posibilidad de desarrollar actividades que puedan ser complementarias a la actividad aeroportuaria, más allá de las propias del turismo, como hangares para mantenimiento y reparación de aeronaves, o empresas para las que su ubicación en el recinto aeroportuario pudiera ser un punto estratégico para el desarrollo de su actividad.
Desde AENA-Palma puntualizan que el citado plan «en ningún caso plantea un incremento de la superficie actual ni en las previsiones del Plan Director».
Las mismas fuentes puntualizan que la finalidad del Plan Especial en Son Sant Joan «es conseguir la plena integración del aeropuerto en el territorio sobre el que se asienta, garantizando la necesaria coordinación entre las administraciones públicas sobre el espacio aeroportuario, facilitando el desarrollo de la intermodalidad y cooperando a la actividad económica de la Isla».
AENA insiste en que el Plan Director no es un plan de inversiones, sino una herramienta de planificación estrictamente aeroportuaria y no urbanística, que permite establecer las directrices de desarrollo futuro de cada aeropuerto. Las actuaciones propuestas no están supeditadas a un horizonte temporal concreto, sino a que se vayan alcanzando los volúmenes de tráfico que las requieran.
Es aquí, donde el desarrollo de la industria aeronáutica en Son Sant Joan tiene un valor cualitativo, ya que se trata de un sector desestacionalizador, que opera los doce meses del año y mantiene una actividad económica muy importante para las empresas y en materia impositiva para el Ajuntament y las arcas autonómicas.