La prisión de Palma sufre una grave escasez de médicos, según denuncia el sindicato CSIF que advierte de que, durante la Semana Santa no hubo ningún facultativo en el centro para atender a un millar de internos.
Desde Instituciones Penitenciarias confirman que el déficit de profesionales es generalizado a nivel estatal y, dado que se trata de especialistas de Atención Primaria, su reposición es complicada. En todo caso, matizaron que no fue toda la Semana Santa «sino la mitad» y que al haber uno de los dos médicos de baja la situación no es fácil. «Sin embargo, los presos están atendidos», añadieron.
De nuevo según el CSIF, en la cárcel de Palma trabajan dos médicos en plantillas cuando en la relación de puestos de trabajo de este centro se establecen nueve. Aseguran que la situación no es nueva, sino que se mantiene desde julio pasado aunque, «pese a que la situación dista mucho de ser la adecuada, el servicio se ha podido efectuar». Fuentes del Ministerio del Interior recuerdan que los presos tienen derecho a la atención sanitaria y aseguran que, de ser necesario, se les traslada a los centros sanitarios.
El CSIF sostiene que en la cárcel de Palma se ha dejado de dar servicio de Urgencias 24 horas. Recuerdan que entre los cerca de mil reclusos hay una alta prevalencia de enfermedades infecciosas, patologías psiquiátricas, toxicomanías y patologías crónicas graves, y que el deterioro de la atención sanitaria, además de afectar a la salud de los internos, también desemboca en un aumento de incidentes y aumenta los traslados, con el coste económico y los problemas de seguridad que esto implica.
La solución a largo plazo, proponen, ha de venir con el traspaso de las competencias en materia de sanidad penitenciaria a las comunidades, obligada desde que se aprobara la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud.