Salvador López, de 39 años, supo que era un niño adoptado cuando fue al registro a pedir la partida de nacimiento. Ahí empezó su periplo por localizar quién era su madre biológica y si tenía hermanos. Descubrió que María Rosa Santos Asensio no solo lo había vendido a él, sino que entregó a otros 22 hijos –sus hermanos y hermanas– a familias de Mallorca y Barcelona. Salvador nació en Palma y fue entregado por el Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) a una familia catalana.
El medio digital catalán Crónica Global dio a conocer su historia recientemente y gracias a ello ha localizado a su hermano Hazael González, mallorquín de 29 años, que se puso en contacto con ese diario al leer la historia. El reencuentro tuvo lugar este jueves en la Isla, aprovechando que Salvador hacía escala en Mallorca antes de volar a Barcelona.
«La primera impresión fue que, de cara, somos iguales, además de la ideología política y gustos. Ahora nuestra intención es ser hermanos, recuperar el tiempo perdido», explica a Ultima Hora Hazael, que la semana próxima recibirá a Salvador en Palma y pasarán más tiempo juntos.
La historia
Salvador y Hazael son dos de los 23 hijos que tuvo María Rosa Santos Asensio, quien explicó hace años, en varias entrevistas a medios de comunicación, que vendía a sus hijos a familias con dinero. «Yo fui su último embarazo, y mi madre adoptiva la conoció en Palma a raíz de una amiga en común. Nací en una clínica donde era común que las monjas entregaran a bebés. Sé que esta señora está viva, pero no la quiero ver, solo quiero encontrar al resto de mis hermanos», cuenta Hazael.
Fue a los 13 años cuando supo que era adoptado. En ese momento estaba internado en un centro de menores del IMAS por su mal comportamiento y peleas. Estuvo allí hasta los 18 años y, desde el Institut, le ayudaron a investigar quién era su madre y cuántos hermanos tenía. Sabe que en la Isla hay, al menos, cuatro más, y otra en Barcelona, además de Salvador. Sobre su padre, desconoce su existencia pero se hizo una prueba de ADN.