Los devastadores terremotos en Turquía y Siria han suscitado temor entre los mallorquines. Muchos se han preguntado a lo largo de estos días si podría ocurrir un seísmo de magnitudes o consecuencias similares en Mallorca. Incluso los hay quienes han hecho cábalas sobre cómo procederían de darse el caso, en especial, después de que se emitiera una alerta de la posible llegada a las costas baleares de un tsunami, derivado del temblor del lunes. Afortunadamente, el aviso quedó en nada, pero el susto continúa en el cuerpo de más de uno. Pedro Robledo, geólogo de la sede mallorquina del Instituto Geológico y Minero de España, analiza las probabilidades de sufrir terremotos y tsunamis en las Islas.
Un enclave seguro
Robledo explica que los grandes terremotos se producen en grandes dorsales terrestres, como en Japón, o en zonas en las que confluyen placas tectónicas. En Turquía y Siria se encuentran la placa Africana, la Euroasiática, la de Anatolia y la Árabe, estas dos últimas, muy activas. «En Baleares es casi imposible sufrir un seísmo de magnitud similar al de Turquía, porque estamos alejados las zonas peligrosas», en concreto, subraya el geólogo, a unos 350 kilómetros de distancia de la confluencia entre la plaza Euroasiática y la Africana. Aún así, advierte, sí entra dentro de la normalidad que se produzcan ocasionalmente seísmos de baja intensidad, que podrían llegar a alcanzar entre 2,5 y 3,5 grados en la escala Richter: «Están asociados a fallas locales y son de baja intensidad, tanto que a veces ni siquiera los percibimos». «Los seísmos son parte del comportamiento normal del planeta y se producen todos los días», y ¡recalca que «En Mallorca hay más probabilidad de morir aplastado en una manifestación que de un terremoto».
Más probable un tsunami que un terremoto
Más probabilidad hay de que llegue un tsunami a las costas baleares. De hecho, ha ocurrido. De producirse un terremoto en el borde entre la placa Euroasiática y la Africana, esto es, en países como Argelia o Túnez, según la magnitud y el epicentro del sismo, podría desembocar en un tsunami en el Mediterráneo. Sin embargo, incluso en este escenario, Baleares sería de las zonas menos perjudicadas. La gran ola impactaría primero en otras regiones, como el litoral sureste español (como lo hizo hace entre 300 y 400 años, devastando localidades como Alicante), llegando ya debilitado a las Islas. «Nunca estamos exentos de nada, pero de las zonas de riesgo del mundo, nosotros estamos en las más bajas», tranquiliza Robledo, quien recuerda que, además, la orografía de Mallorca es en algunos puntos acantilada y en otros no urbanizada, reduciendo los posibles daños personales y materiales. El lugar que más riesgo correría sería Palma, al estar al sur y al nivel del mar. El tsunami más reciente que llegó a las Baleares fue el 21 de mayo de 2003, a raíz de un terremoto registrado en Argel. Las olas, de unos dos metros, llegaron a las Islas en menos de media hora. En Maó sufrieron las peores consecuencias, con más de 70 embarcaciones hundidas y otras 80 con grandes desperfectos. También se registraron daños en paseos marítimos.