El proyecto de recuperación, consolidación y museización del monasterio bizantino de la isla de Cabrera ha finalizado, esta semana, las tareas programadas para este año después de dos semanas de excavaciones. El proyecto se prolongará hasta 2026 y cuenta con la financiación del Bisbat de Mallorca y la colaboración del Parc Nacional de Cabrera, que se encarga de facilitar la logística, el transporte y el alojamiento a los seis miembros del equipo arqueológico que realiza la excavación.
Los restos del monasterio bizantino se encuentran en el Pla de ses Figueres y suponen un caso excepcional, pues se trataría del único recinto de estas características anterior al siglo XIII en Balears. Los investigadores añaden, además, que en toda la península Ibérica no se ha documentado arqueológicamente ningún otro monasterio anterior al siglo VIII con tanta seguridad como el de Cabrera.
El objetivo principal del proyecto es intentar conocer y enseñar cómo fue la comunidad monástica a la que hace referencia la Epístola XIII-47 del papa Gregorio el Grande, una carta escrita en el año 603 después de Cristo que demuestra la existencia de un monasterio en Cabrera. Por ello, se pretende poder localizar en los próximos cuatro años la iglesia del monasterio. Se procurará, también, estudiar y profundizar en el conocimiento de todos los elementos que se descubran durante los trabajos de excavación tanto en estructuras como en elementos muebles de tipo cerámico, pétreo, antropológico, faunístico, vegetal, vítreo, numismático o metálico.
Cabe recordar que las primeras excavaciones se llevaron a cabo en 1999 y que, desde entonces, se ha documentado suficiente información sobre esta comunidad monástica. Pese a ello, todavía quedan muchas incógnitas por resolver. Los investigadores calculan que tan sólo se conoce el 5 % del yacimiento principal del Pla de ses Figueres. Ya han aparecido piedras que parecen corresponder a los muros del monasterio, así como losas que podrían cubrir dos sepulturas de aquel período.