Tres son los grandes puntos negros en este momento: el torrente de Pareis (Escorca), el Camí del Pintor (entre Cala Deià y Muleta en Sóller) y Mortitx (Pollença). En los dos primeros casos, la mayoría de rescates son de excursionistas no especializados que abordan la ruta sin el equipamiento correcto o sin el nivel adecuado y acaban atrapados o lesionados. En Mortitx en cambio, la desorientación en una zona sin internet es la principal causa de auxilio.
Según las últimas estadísticas de rescate que maneja la Federación Balear de Montañismo (FBM) el senderismo lidera el ránking de actividades objeto de rescate (entre el 55 y el 60 % del total de casos), seguido del barranquismo (25-30%), la escalada (5%), el BTT (2%), la espeleología (2 %) y el parapente (1 %). En el senderismo las principales causas de rescate son tropiezos, caídas, extravío, problemas físicos, meteorología y enriscamiento. Pueden ser fortuitos, por falta de formación e información, falta de preparación física, sobrestimación de las posibilidades o por no consultar la predicción meteorológica.
Entre los primeros consejos que ofrece el departamento de Seguridad en Montaña de la FBM está la planificación de la actividad con la máxima información posible (libros, mapas, internet, etc) y ahí surge uno de los grandes debates y retos: señalizar las rutas senderistas sin provocar un efecto llamada que pueda provocar un daño ambiental.
Los rescates de montaña que realizan los bomberos de Mallorca se han duplicado desde 2014, pasando de 112 a los 243 que ya llevamos este 2022 y aún no ha empezado la temporada alta de montañismo. Lidera el ránking Escorca con 59 intervenciones seguido de lejos por Deià (18) y Artà (20).