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Joan Palmer: «Es un gran paso a nivel tecnológico pero detrás está el equipo humano»

El jefe de Radiología de Son Espases aplaude la renovación de tres equipos de última generación

El jefe de Radiología de Son Espases, Joan Palmer, explica que con esta inversión del Plan INVEAT del Ministerio, la nueva maquinaria permitirá «hacer cosas que ahora no podemos hacer o cambiar el método para ser menos invasivos». | HUSE

| Palma |

La radiología intervencionista para procedimientos mínimamente invasivos ofrece tratamientos alternativos a la tradicional operación en la que hay que abrir al paciente. Gracias a maquinarias como los angiógrafos, un equipo que emite rayos X y que permite observar los vasos sanguíneos, se diagnostican, estudian o se realizan tratamientos más precisos y seguros. Esta tecnología de la imagen permite guiar los procedimientos en tiempo real y si en el hospital de referencia hay dos angiógrafos en estos momentos está previsto que el año que viene puedan renovarse y sumar otro, biplano, de gran utilidad para pacientes con un código ictus. «Nos permitirán reducir la dosis de radiación del paciente y también de la que recibe el profesional», explica el jefe de la Unidad de Son Espases, Joan Palmer. «Además nos dejan sacar imágenes de TAC a la vez, lo que facilita que no haya que trasladar al paciente. Y la calidad de la imagen permite ver mejor estructuras milimétricas», añade el especialista.

El manejo de la nueva maquinaria es similar a las que ya utilizan, sin embargo, en su profesión siempre es necesaria la formación continua porque «es un gran paso a nivel tecnológico pero quien hace funcionar las máquinas son los equipos humanos», advierte el doctor. Y en este sentido, «el radiólogo intervencionista no se hace en un año, el proceso es largo y el problema, no sólo en nuestra especialidad, es la falta de profesionales, es difícil captarlos y retenerlos», dice.

Imagen de catálogo del angiógrafo biplano que se va a instalar.

Radiología intervencionista ve a unos 4.000 pacientes al año en el hospital de referencia. Dentro de la unidad, los angiógrafos «tienen muchas acepciones», señala. «Pueden implantar stents pero también se usan para tumores en el hígado, para el sistema neurológico, tratamientos de isquemia cerebral, un ictus, complicaciones en un trasplante hepático o hemorragias intestinales en grandes traumatismos».

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