Sonrientes y a ritmo ligero. Así han llegado la mañana de este lunes los más de 2.000 alumnos matriculados este año en el Colegio La Salle de Palma en la vuelta al cole «más ilusionante» que recuerdan porque han recuperado por fin la normalidad total. Este nuevo curso escolar lo afrontan bajo el lema ‘Junts, millor', «porque volvemos juntos a la normalidad y recuperamos lo más importante: el contacto humano», ha señalado el director del centro, Joan Antoni Enseñat.
Son una parte de los 172.970 alumnos de centros públicos y concertados de Baleares, a los que hay que sumar los que van a privados, han empezado este lunes el curso escolar 2023-2024. Son 512 estudiantes menos que el pasado periodo escolar, según datos de la Conselleria d'Educació. Esto se debe, principalmente, a la bajada de la natalidad de los últimos años. En Mallorca se han matriculado 138.082, en Menorca 13.557, en Eivissa 20.161 y en Formentera 1.170.
El colegio ha preparado dos turnos de entrada, uno a las ocho de mañana y otro a las nueve. Gracias a ello, ha explicado Enseñat, las llegadas de los estudiantes han sido fluidas. Este año, La Salle vuelve a incluir las actividades que quitaron por la pandemia en la etapa Infantil. También arrancan nuevos ciclos formativos concertados, como Farmacia, y se consolida el resto de grados medios y superiores. En total, este centro cuenta con siete ciclos formativos.
Una de las máximas preocupaciones para los padres y madres es el encarecimiento de los libros escolares. Joan Antoni Enseñat no ha recibido quejas o dudas acerca de ello pero ha recordado que en La Salle, entre Infantil y Primaria, utilizan desde hace años la metodología NCA (Nuevo Contexto de Aprendizaje). Es el mismo centro quien ofrece el material escolar «y este año hemos mantenido los mismo precios que siempre». La novedad es que se incluye el curso primero de la ESO dentro de esta metodología. «El objetivo es que cada año vaya incorporándose un nuevo curso», ha dicho.
La felicidad se ha notado entre los menores dentro de sus aulas. Los profesores, más tranquilos porque todo lo que se perdió, hace tres años por el coronavirus, ha vuelto. Afrontan así un nuevo curso escolar lleno de energía y novedades.
Ventiladores contra la ola de calor
Las altas temperaturas registradas en Baleares, que este lunes pueden alcanzar una máxima de 36 grados, según la Agencia Estatal de Meteorología, tampoco han dado tregua durante el primer día de curso. En el CEIP Santa Catalina de Palma la ola de calor azota en todos los rincones del centro, pero los alumnos tienen suerte de contar con ventiladores instalados en el techo de cada clase. Un equipo que del cual no disponen todos los centros educativos de las Islas. La directora, Joana Bestard, recuerda que los pusieron hace tres años, pero admite que el intenso calor de este año está siendo muy destacable. Asimismo, ha afirmado que disponen de agua potable embotellada para los pequeños y que se pide a sus familias que vengan con cantimplora al colegio.
El conseller d'Educació, Martí March, que este lunes ha visitado este CEIP junto a la presidenta balear, Francina Armengol, ha comentado al respecto que los nuevos centros educativos que se están construyendo o ampliando se hacen bajo criterios de eficiencia para reducir el calor en las aulas. Además, como ya adelantó el sábado a este periódico, ha explicado que el Ministerio de Educación tiene intención poner en marcha un plan de climatización de 200 millones, de los cuales pueden llegar hasta cuatro a Baleares. En todo caso, admite que no es posible poner aires acondicionados o ventiladores en los más de 300 centros que hay en las Islas.
March también ha destacado que el curso, por fin, empieza sin restricciones. «Tras dos años de pandemia hemos certificado que la presencialidad es primordial», ha dicho, asegurando que la Conselleria continuará trabajando en el bienestar emocional y la salud mental de los alumnos y docentes. De hecho, ha recordado que recientemente pusieron en marcha el protocolo para prevenir conductas suicidas entre los estudiantes.
Asimismo, ha defendido la reforma de la ley educativa, que considera que los CEIP están en mejor situación para aplicarla porque muchas escuelas ya trabajan siguiendo criterios que ahora están plasmados en la normativa educativa. «Haremos un seguimiento, pero lo que interesa es que los niños sean felices y que aprendan», según ha puntualizado, y confía en que todo saldrá adelante. En este sentido, y tras la rueda de prensa, la directora del CEIP Santa Catalina, ha confirmado que no tendrán demasiadas dificultades para adaptarse porque, precisamente, ya llevan tiempo trabajando según la línea por la que apuesta la Lomloe.