El futbolista argentino Leo Messi ha comprado una mansión en Sant Josep (Ibiza) por 11 millones de euros que se encuentra en una situación irregular, sin licencia de final de obra ni cédula de habitabilidad, según información publicada ayer por Periódico de Ibiza y Formentera. Se trata de una vivienda de 568 metros cuadrados construida sobre suelo rústico común y, por tanto, no urbanizable en Cala Tarida.
La adquisición se cerró el 3 de febrero de este mismo año ante un notario de Barcelona. En representación de Leo Messi compareció ante el notario un abogado del futbolista, si bien tanto la sociedad propietaria de la mansión (Edificio Rostower), como la sociedad matriz (Limecu, acrónimo de Leo Messi Cuccittini), están representadas por Rodrigo Messi, hermano del deportista argentino. La finca era propiedad del ciudadano suizo Philippe Amon, según la información del diario.
La vivienda cuenta con una planta baja de 420 metros cuadrados, además de un sótano de 16,79 metros, un anexo de 38,85 metros y una piscina de 92 metros. La finca tiene una superficie de algo más de 16.000 metros cuadrados.
El problema urbanístico inicial de la mansión antes de que fuese propiedad de Messi se produjo por la construcción de varias habitaciones en el garaje del inmueble, motivo por el cual el Ayuntamiento de Sant Josep no concedió la licencia final de obra y tampoco la cédula de habitabilidad. Dichas habitaciones no figuraban en el proyecto inicial.
En el momento de realizarse la compra el representante legal del futbolista, un abogado de Barcelona, no tenía conocimiento de esta situación irregular. No obstante, ya se han producido algunos contactos por parte de un abogado del futbolista para conseguir la mansión disponga de cédula de habitabilidad y, por lo tanto, que sea legal a todos los efectos.
Desde el Ayuntamiento de Sant Josep han admitido que se pueden legalizar las obras siempre y cuando el inmueble suprima las zonas que no figuraban en el proyecto inicial, es decir, que se eliminen las habitaciones del garaje. Al margen de esta irregularidad, el Ayuntamiento de Sant Josep paralizó en mayo, a través de un decreto de alcaldía, unas obras realizadas sin permiso. El servicio de celadores emitió un acta donde informaba sobre movimientos de tierra, realización de bancales, cambio de topografía del terreno y realizacion de excavaciones en la propiedad.
Los celadores también confirmaron que las obras se habían iniciado sin licencia. Los técnicos municipales no descartaban que se hubiesen realizado más modificaciones en la finca sin autorización ya que no pudieron acceder al interior de la propiedad.