A María Homar y Pepe Planas les espera un duro mes de septiembre, más aún que de costumbre. Es lógico, viniendo de una familia numerosa, con cuatro hijos (Asunta, Toni, Tito y Bárbara) que cursan desde 3º de Infantil hasta 1º de la ESO en el colegio San Cayetano, de titularidad privada.
Los niños tienen ganas de empezar las clases y reencontrarse con sus compañeros tras las largas vacaciones de estío. Sin embargo, los padres se preparan para un importante desembolso: 200 euros van a ir a parar al uniforme de Asunta, la mayor –el resto heredarán ropa–; 280 euros a libros, unos 300 euros para el material escolar y aún no saben cuánto para renovar todo el calzado de los niños. «El golpe de la inflación se nota en todos los bolsillos», asegura María. La vuelta al cole costará 300 euros más que en 2021.
Para hacer frente a todos los gastos de septiembre van ahorrando durante julio y agosto, tiempo en que se liberan de pagar la cuota del colegio. Iniciado el curso, en apenas 20 días deberán de abonar dos mensualidades (las correspondientes a septiembre y octubre).
La sorpresa de este año ha sido la subida de la cuantía que, en su caso, se incrementa siete euros por niño al mes, unos 280 euros anuales. «No vemos encarecimientos excesivos, pero, al final, se notan en el bolsillo al acabar cada mes», recalca Pepe. «Percibimos la subida de precios tanto como familias de la pública y la concertada», mantiene María, pues sus salarios, al igual que los de la mayoría, se han mantenido, mientras todo es más caro.