Gabriel Cañellas, el primer presidente de Baleares, rescató a Lorenzo Oliver Quetglas (Muro, 1930, fallecido el lunes en Palma) para la política autonómica en 1991 cuando le nombró conseller de Transports (PP). Empresario, se había jubilado como delegado de Transmediterránea en Baleares.
Venía de la Falange, había sido subjefe local del Movimiento, inspector provincial y concejal de Palma en el franquismo. Cañellas recuerda que se le daba bien «pacificar» y poner de acuerdo a partes enfrentadas. Lo suyo era la diplomacia. Oliver fue conseller de Transports en el Ejecutivo que formó Cañellas tras las elecciones de 1991 a las que el PP se presentó en coalición con UM.
Dos años después de constituido aquel Govern, Cañellas dio un volantazo al Ejecutivo y apostó por consellers y conselleras jóvenes. Oliver fue también gerente del PP y después dejó la política. Si se definía de algún modo, era como empresario y murero. «Considero que ser de Muro es sinónimo de ser trabajador y honrado», contó una vez en la revista local Algebelí. Su funeral se celebrará mañana jueves a las 19.30 horas en la iglesia de San Alonso Rodríguez.