Taiwán se encuentra a 10.488,6 kilómetros de Mallorca, pero los acontecimientos que se están produciendo en esta Isla tienen repercusión en la nuestra, especialmente en el ámbito económico. Luis García Langa, director de Corredordefondos.com, responde que la inflación podría subir algo más; el mes de julio cerró en el 10,8 %, por lo que los precios ya se encuentran totalmente disparados. «Si hay menos suministros o van cargados con aranceles todo podría ser un poco más caro». No obstante, lanza un mensaje de tranquilidad y sostiene que no cree que este conflicto tenga mucha incidencia en la vida de los mallorquines. En este punto, argumenta que EEUU y China tendrán muy en cuenta la economía antes de que esta crisis vaya a más. De hecho, la gran mayoría de expertos descartan que pueda terminar en un conflicto armado, como ha sucedido entre Rusia y Ucrania.
Langa sostiene que si el conflicto diplomático va a más podría haber problemas con algunos productos. «Si EEUU le pone aranceles a productos chinos y viceversa, que es lo que podría pasar, evidentemente se encarecerían». El sector que podría verse más afectado es el de la automoción, debido a que Taiwán es uno de los principales productores de microchips. Precisamente, en Baleares hay retrasos importantes en la entrega de coches por este motivo. «Sería otro problema más para el sector automovilístico, que está sufriendo mucho por el tema de los microchips, que desde la pandemia de la COVID-19 no hay porque se fabricaron muy pocos y se destinaron a la tecnología, que tuvo una gran demanda por los confinamientos», recuerda.
Sin embargo, en este caso precisa que EEUU y Europa se han dado cuenta de que se trata de un producto estratégico, por lo que están apostando por su producción. «El objetivo que persiguen es eliminar esa dependencia con China. Es un poco asimilable a lo que está pasando con el petróleo, ya sea de Rusia o de otros países con democracias muy débiles, si es que se pueden llamar así». En España, el presidente Pedro Sánchez ha anunciado inversiones de 11.000 millones en microchips y semiconductores.
El director de Corredordefondos.com concluye que «todo lo que sea tensiones diplomáticas entre China y EEUU vuelve a poner de relieve la famosa guerra comercial que vivimos antes de la COVID; fue un conflicto que parecía que se acababa el mundo, que habría falta de abastecimientos y todo se encarecería mucho. Realmente quedó en nada».