Mallorca también se está comportando como una isla en materia de recursos hídricos, ya que está evitando los graves problemas de agua que están padeciendo muchas zonas de la Península, donde muchos municipios ya sufren restricciones y cortes de suministros. El hecho de que el pasado otoño fuese bastante lluvioso ha permitido poner a la Isla en una posición envidiable para el resto del Estado.
Desde el Govern han informado que las reservas hídricas se encontraban el pasado mes de junio (último dato disponible) al 53 %, tres puntos menos que en mayo. Respecto al resto de islas, cabe precisar que la que tiene peor situación es Formentera, que estaba al 37 %. Por su parte, Menorca se situaba al 50 % e Ibiza, al 59 %. Si se toma como referencia el conjunto de Baleares, los acuíferos estaban al 53 % de su capacidad, un punto menos que hace un año. Ante este panorama, desde la Conselleria de Mobilitat han informado que no se prevé tener que realizar restricciones de agua.
La situación de Palma es muy parecida, con la salvedad de que está mucho mejor que hace un año. En concreto, los embalses se encontraban el lunes 25 de julio al 57,1 % de su capacidad, el año pasado por estas fechas al 34,75 %; es decir ahora tienen más de un 20 puntos porcentuales más de agua. Desde el Ajuntament de Palma han informado que «las reservas son buenas por varios motivos». Uno de ellos es porque «Emaya dispone de diversos recursos para el suministro y realiza una gestión sostenible para garantizarlo al máximo, al mismo tiempo que se preservan los recursos hídricos». En este punto, han añadido que «los embalses, a pesar de ser las reservas más visibles, proporcionan a Ciutat el 20 % del agua. En noviembre se llenaron casi al 100 %, pero en ese momento también se disponía de las fuentes, gracias a la lluvias; las reservas subterráneas también subieron y eso permitió no sacar el máximo de los embalses y tenerlos disponibles en verano, cuando las fuentes no proporcionan agua».
Por todo ello, desde Emaya han manifestado que «el suministro a Palma está garantizado», pero han advertido que «eso no implica que no tengamos que hacer un uso responsable», ya que «en nuestro clima, y más ahora con en calentamiento global, la situación de cara al futuro siempre tiene un grado de incerteza». Las citadas fuentes han subrayado que «es muy importante que en otoño llueva para recuperar los acuíferos y que los embalses se vuelvan a llenar».
El apunte
Emaya gastará en 2022 casi la mitad que el año pasado en comprar agua
Emaya gastará en 2022 casi la mitad de dinero que en 2021 en la compra de agua; la previsión es destinar 3,75 millones de euros a esta finalidad, mientas que el ejercicio anterior fueron 6.119.711 euros. No obstante, desde la citada empresa municipal han precisado que para que esta previsión se cumpla tiene que llover en otoño, como es habitual. En el caso de que no lo haga será necesario adquirir más agua y, por tanto, se incrementará el gasto.
Emaya lleva comprando agua a Abaqua desde el pasado mes de abril; aproximadamente el 15 % del consumo de Ciutat procede de la desaladora. En el periodo comprendido entre abril y junio se han adquirido 1.400.000 metros cúbicos de agua; el resto procede de acuíferos subterráneos y de los embalses. «Las abundantes lluvias permitieron prescindir de la desaladora durante casi todo el otoño y todo el invierno, ahora se compra agua para que las reservas duren más debido a la incerteza», han concluido las citadas fuentes.