«Les ha gustado mucho conocer el centro de Palma, pero el calor no tanto». Así resumía ayer una de las guías turísticas que mostró la ciudad a algunos de los 6.000 marinos y aviadores estadounidenses del portaviones USS Harry S. Truman, que desde el viernes y hasta el martes estará atracado en la bahía de Palma. Para el traslado de los militares se han contratado cada día 30 autocares a fin de realizar excursiones y visitas guiadas por toda la isla. «Desde el viernes están pasando muchos por aquí», asegura un trabajador de un servicio de buses turísticos que tiene un puesto cerca del Parc de la Mar.
La guía explicó a este diario que llevó a su grupo de norteamericanos a ver el Castell de Bellver, la Seu, el Born, los patios de los palacetes del centro y la plaza de Cort, entre otros puntos históricos de Ciutat. De hecho, ayer no era difícil encontrarse con grupos de marinos paseando por la calles, sentados en un bar del Passeig d'Antoni Maura o incluso tomando un café por la Avinguda d'Argentina. Pese a no llevar uniforme, a la mayoría se les reconocía porque muchos llevaban camisetas con emblemas militares o gorras con la bandera estadounidense. Aun así, es de destacar lo discretos que fueron todos los soldados que se cruzó este periódico. Otros tripulantes aprovecharon el día para ir hasta las Coves del Drach.
Alberto Ibáñez y Joan Reynés, dos chófers de Alsa, una de las empresas que estos días transportan a los soldados por la isla, valoraron positivamente la visita del portaviones por los beneficios económicos que generan. Realizarán un gasto superior a los diez millones de euros, según fuentes militares y del sector turístico. El gasto diario por marines superará los 200 y 400 euros de media, y cabe decir que su poder adquisitivo es muy superior en esta ocasión, ya que el dólar se ha revalorizado frente al euro.
Palmanova y Magaluf, así como hoteles de todas las zonas turísticas han sido elegidos por los mandos militares para alojarse y disfrutar durante su estancia en la Isla en hoteles de cuatro y cinco estrellas. Durante la visita militars, ocho marinos pintarán para embellecer un centro de la Fundación Asnimo, que ayuda a menores con Síndrome de Down.