Hoteleros de Baleares invertirán en los dos próximos años más de 1.000 millones en el estado mexicano de Quintana Roo, en concreto en Cancún, Riviera Maya, Islas Mujeres y Cozumel. La visita a Palma del embajador mexicano en España, Quirino Ordaz Coopel, y del gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, y la gobernadora electa Mara Lezama, ha desbloqueado los problemas administrativos que las cadenas hoteleras con sede en las Islas han tenido hasta el inicio de la pandemia. La importancia del turismo como sector estratégico para la economía mexicana, ha sido la principal causa de este cambio político en los dirigentes de Quintana Roo.
La reunión de la comitiva oficial mexicana tuvo lugar este lunes en un hotel de Palma, en la cual asistieron representantes de Bahía Príncipe, Iberostar, Meliá, Riu, Palladium y resto de cadenas con presencia en el caribe mexicano. Todos estas cadenas forman parte de la agrupación empresarial Inverotel, que defiende y representa los intereses de los empresarios baleares en el Caribe, en concreto en México y República Dominicana. Las diez empresas de Mallorca y Eivissa presentes en la reunión suman en total en esta zona turística más de 40.000 habitaciones, lo que supone el 60 % de la oferta de alojamiento de Quintana Roo.
El Gobierno de Quintana Roo mostró a los hoteleros de las Islas su total apoyo. En el transcurso de la misma, «se ha transmitido certidumbre y estabilidad a los inversionistas del sector turístico ante la transición gubernamental en Quintana Roo». Al mismo tiempo, los dirigentes políticos señalaron que «cuando se conjuga voluntad y trabajo en favor de un estado y de la sociedad es viable dar continuidad a las inversiones y al desarrollo de destinos».
El principal efecto positivo de la reunión, según los presentes, es que se desbloquearon todos los trámites para poder potenciar las inversiones turísticas y hoteleras en el principal estado turístico mexicano. Así, se concretó que este año se construirán 1.250 habitaciones hoteleras, a las que habrá que sumar 750 habitaciones en 2023 y 2.000 en 2024. En total, en este período la zona incrementará su oferta de alojamiento en 4.000 habitaciones, lo que según fuentes empresariales «supondrá una inversión superior a los 1.000 millones de euros, ya que se trata de complejos vacacionales con categoría de cinco estrellas». Como colofón de la reunión, según representantes de Quintana Roo, «los empresarios españoles establecieron su disposición para participar en acciones para la sostenibilidad social y ambiental en Quintana Roo».
Riviera Maya
El proceso de internacionalización de la hotelería balear en el Caribe se inició a finales de los años 80 en la República Dominicana, en concreto en la zona de Bavaro Beach. A partir de esa década las principales cadenas hoteleras de las Islas iniciaron una expansión internacional que todavía dura en estos días. Tras Domicana fue México el enclave elegido, especialmente en lo que se denominaba en su día el Corredor de Tulum, que luego pasó a llamarse Riviera Maya por motivos de márketing. Los hoteleros mallorquines entraron en una zona en la que predominaba la gestión norteamericana, pero los métodos de explotación y de costes de las cadenas hoteleras de Balears barrieron de un plumazo la presencia empresarial estadounidense. Su crecimiento en Quintana Roo fue exponencial, liderando en estos momentos la presencia inversora internacional en el estado mexicano más turístico del país.
Punto de vista
Diversificar los riesgos
Germà VentayolLas grandes cadenas hoteleras de las Islas hace ya décadas que han tomado conciencia de que diversificar las inversiones permite capear mejor los temporales, los económicos se entiende. De los tímidos comienzos en el Caribe a la actualidad hay un largo camino en el que se ha perfeccionado el producto turístico para los mercados de ambos lados del Atlántico, un know how en el que nuestros empresarios rozan la excelencia. De todos modo, vayan preparándose para las críticas. Un clásico.