La Audiencia absuelve a todos los acusados por la protesta anti turística de Arrán en el Moll Vell de Palma. El tribunal descarta que existiera violencia en la manifestación de julio de 2017 y, por tanto, considera que estaba amparada por el derecho de reunión, a pesar de que no fuera comunicada previamente a Delegación de Gobierno. El tribunal descarta, en cualquier caso, que la mayor parte de los acusados estuvieran presentes.
De once, solo ve prueba de que dos intervinieran de forma clara ante la «fragilidad del reconocimiento fotográfico» y la «abrumadora prueba de descargo» presentada por la defensa, ejercida por el abogado Josep de Luis. Sobre la actuación, el tribunal destaca: «No se produjeron actos violentos, no se rompió nada y ello, como veremos no es delictivo. No toda afección del orden público comporta, de manera necesaria un problema de paz pública».
La Fiscalía sí lo entendía así y reclamaba condenas que llegaban hasta los cuatro años de cárcel. El tribunal basa su decisión en el testimonio de los policías nacionales que intervinieron de forma directa y que descartaron daños o una situación de violencia. También en el hecho de que nadie haya reclamado ningún tipo de daño o indemnización. «Ni siquiera apreciamos peligro para las personas», señalan los magistrados, más allá de las molestias que pudieron provocar por el humo durante la protesta. La sentencia no es firme y puede ser recurrida por la Fiscalía ante el TSJIB.