Onofre Pascual, director general del grupo Pabisa Hoteles, no puede esconder su satisfacción con la apertura del primer cinco estrellas de su cadena y, especialmente, por haber apostado por la Platja de Palma por su gran potencial turístico.
¿Qué opina de la apuesta en la Playa de Palma por los hoteles de cinco estrellas?
— Es una apuesta lógica. La situación de Playa de Palma es inmejorable a nivel de infraestructuras generales, distancia con las principales capitales europeas y como destino de vacaciones en el Mediterráneo. La Platja de Palma lo tiene todo para ser un destino de cinco estrellas.
¿Qué supone para Pabisa?
— Es una evolución natural. La compañía empezó a trabajar con hoteles de tres estrellas y con el tiempo hemos ido aprendiendo a hacerlo mejor, también entendemos que el futuro de la zona y de Mallorca está en una mayor calidad general de la oferta.
¿Cree que se puede mejorar la imagen de la zona en los mercados emisores europeos?
— Sí y no estamos tan lejos de lo que creemos, básicamente con una mayor dotación de recursos policiales y de limpieza durante seis meses sería suficiente. De abril a mayo pasamos de ser un enclave vacacional y playa con unas 15.000 personas residentes a más de 60.000 y, me temo, que este importante este punto no se tiene muy en cuenta a nivel de planificación municipal.
¿Qué supone para usted a nivel personal y empresarial el haber construido el primer hotel de cinco estrellas de la cadena con las nuevas estrategias medioambientales, sostenibilidad y circularidad?
— Un reto a nivel profesional y probablemente con el mayor aprendizaje posible desde la adquisición del suelo, obtener las licencias de obras, los recursos financieros, la ejecución del proyecto, la puesta en marcha con la contratación del equipo humano y la comercialización del hotel. Aplicar las prerrogativas sobre sostenibilidad también ha sido una experiencia muy interesante. Así por ejemplo, se ha instalado un sistema de geotermia en Aubamar, cumpliéndose con los mayores estándares de clasificación energética. Todo ello nos ha hecho profundizar mucho sobre la materia y afrontar una experiencia y aventura profesional y empresarial muy didáctica en todo.
¿Se puede erradicar el turismo de borrachera en s'Arenal de Llucmajor y en algunas zonas de la Platja de Palma?
— Creo que sí. La combinación entre la aplicación de la zona de especial intervención turística (Zeit) del Ajuntament, el decreto de excesos del Govern en toda la Platja de Palma y con una mayor dotación en verano, tanto de policía como servicios de limpieza, lo haría posible. En Llucmajor desconozco si hay normativa municipal específica para lograr este objetivo.
¿Cómo califica la apuesta de Cort por la zona? ¿Se sienten los empresarios desamparados en ocasiones?
— Desamparados no, incomprendidos sí. Deberían tener más sensibilidad sobre una zona que genera y podría generar muchos más recursos a las arcas públicas y , sobre todo, podría ser de referencia en el Mediterráneo, si se cuidara más.
¿Qué previsiones tiene para este año? ¿Será el de la reactivación?
— El 2022 será un año de reactivación, pero las cuentas de resultados no serán como las de 2019, en concreto por los costes energéticos y de suministros y nuevas contrataciones de personal. Los resultados mejoraran de una manera significativa en 2023.