La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha defendido este viernes la reforma y ampliación del centro de control aéreo de Palma en su ubicación actual y ha asegurado que habilitarlo en dependencias distintas tendría un coste de 73 millones de euros.
Según ha explicado Sánchez en una rueda de prensa tras entrevistarse en Palma con la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, el proyecto aprobado para dejar el centro de control en Son Sant Joan tiene un coste de unos 10 millones de euros.
La ministra ha explicado que Enaire barajó las diferentes posibilidades y optó por la ampliación de las dependencias que ya ocupa por su menor coste y porque coincide con la «tendencia» europea de centralización de estos servicios.
Todos los grupos del Parlament, incluido el del PSOE, se unieron esta semana para promover una proposición no de ley instando al Gobierno central a reconsiderar el proyecto de ampliación del centro de control de Son Sant Joan. En esta iniciativa común se plantea que se analicen otras opciones, como el traslado de las instalaciones al aeródromo de Son Bonet, y se expresa el temor a que el proyecto de Enaire sea el primer paso para llevarse el servicio a Barcelona.