«Tenemos un partido con un potencial enorme, estamos preparados para ir a Madrid. Empieza una nueva etapa ilusionante y lo primero que hay que hacer es creérnoslo». Con estas palabras el presidente del PI, Tolo Gili, cerró la jornada «Horitzo 2030», celebrada este sábado en la finca de son Mesquidassa, en Felanitx, en la que se debatió acerca de la financiación económica, del poder de decisión y donde también se definieron los retos de futuro del partido. Alrededor de 200 personas, entre afiliados, simpatizantes y algunos regidores o alcaldes de partidos independientes, asistieron a este acto con la mirada puesta en el nuevo ciclo político que se inicia en 2023.
«Este nuevo ciclo ha de estar caracterizado por el papel determinante del centrismo regionalista o nacionalista que representa el PI y por la idea de pacto que es inherente a nuestra concepción de la democracia», declaró Gili. El alcalde de Felanitx, Jaume Montserrat, dio la bienvenida a la jornada que se dividió en dos mesas redondas en las que los ponentes plantearon los objetivos del partido y respondieron a las preguntas del público.
Primera mesa: Por una mejor financiación autonómica
En la primera mesa intervinieron Andoni Ortuzar (PNV), Fernando Clavijo (Coalición Canaria), Pep Melià, portavoz del PI al Parlament y Xisca Mora, portavoz del PI al Consell. Todas las intervenciones defendieron la necesidad de un autogobierno así como de un concierto económico. También destacaron la importancia de estar en Madrid. Mora agradeció la presencia de los dos políticos, del PNV y Coalición Canaria, de quienes dijo «queremos contagiarnos de su espíritu de lucha y salir reforzados». Manifestó que «hay que impedir que Madrid nos siga robando y por ello hay que conseguir que el PI tenga un representante enMadrid y recibir el dinero que nos toca». Por su parte Ortuzar aseguró que «cuando uno se autogobierna las cosas van mejor». El político explicó su sistema de financiación, «nosotros recaudamos los impuestos y posteriormente negociamos en Madrid lo que tenemos que aportar».
Según comentó un 70 por ciento de los impuestos van para el gobierno vasco, el 15 por ciento para las diputaciones y el resto para los ayuntamientos. Clavijo explicó su modelo de régimen económico que «proviene de la conquista de las islas en el siglo XV» a la vez que habló de su evolución. Animó a «apoyar un proyecto político de obediencia a la tierra» y sentenció que «es imprescindible tener peso y representación en Madrid». Melià habló de las claves para una financiación justa incidiendo en la necesidad de un concierto económico. «En los Presupuestos Generales del Estado, Balears no existe. Nuestro partido ha de tener peso político en Madrid y alzar la voz de nuestra tierra para que nos escuchen».
Segunda mesa: Mirando al futuro
En la segunda mesa participaron Lucia Ribas, vicepresidenta del PI, Lina Pons, diputada, Antoni Salas, alcalde de Costitx y Guillem Mut, secretario general de Joves per les Illes. Cada uno de ellos habló de transformación y de los retos del futuro. En Turismo Ribas puso sobre la mesa la necesidad de «repensar el modelo turístico», rechazó el turismo de masas y apostó por un «turismo de calidad». Pons defendió la apuesta del PI por el estado de bienestar y dio cifras sobre las carencias que hay en Balears en Sanidad, Educación y otros muchos ámbitos.
Por su parte Salas disertó sobre la necesidad de una «administración digital, eficiente y que se personalice el trato hacia el ciudadano». Por último, Mut defendió el centrismo del PI: «un partido de proximidad en favor de mejorar la vida de las personas».