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Por una ciudad amable con los vencejos

Ciutat de les Falzies coloca cajas nido ante la desaparición de nidos tradicionales por las reformas en el casco histórico de Palma

Suelta, en 2021, de vencejos recuperados en la azotea del Col·legi Sant Agustí, en Palma.

| Palma |

Los vencejos (Apus apus, falzies en catalán) llegan en esta época a Mallorca. A finales de marzo y principios de abril ya se les puede ver volar en nuestro espacio aéreo. Proceden de África y su objetivo es nidificar y criar aquí para marcharse en septiembre. Sin embargo, en lo que se refiere a su presencia en Palma, no siempre encuentran una bienvenida como se merecen. Por ello se creó la asociación Palma, Ciutat de les Falzies, con el objetivo de que estas aves no encuentran en la capital un escenario hostil.

Yaima Espinosa, coordinadora de Palma, Ciutat de les Falzies, explica que «con todas las reformas del centro histórico, los cambios de tejas o la instalación de redes para palomas, se han eliminado los anteriores nidos de los vencejos, cuando siempre regresan a los lugares que conocen». Sus espacios preferidos para nidificar son las tejas, grietas y agujeros de los edificios antiguos, y si tienen altura para empezar a volar, mucho mejor. En este sentido, los campanarios son ubicaciones idóneas.

Al problema de las reformas se une otro que puede resultar dramático. Espinosa relata que «al llegar julio y agosto, los nidos pueden estar expuestos a mucho sol y mucho calor. Para huir de estos sofocos veraniegos, las crías, que han nacido unos meses antes, salen del nido y se lanzan al vacío cuando todavía no están preparadas para volar. Numerosos pollos resultan muertos o heridos».

La entidad, creada por el británico Hugh Birley, quiere dar una oportunidad a los vencejos y por ello desde el año pasado instala cajas nido que pueden proporcionar cobijo a estas aves y evitar episodios traumáticos. Espinosa indica que «empezamos a instalar cajas nido el año pasado en el Col·legi Sant Agustí y en la iglesia del Socors, así como en algunas casas del entorno y del barrio de sa Gerreria. Tengo que decir que en Sant Agustí y el Socors, junto con el Bisbat, nos abrieron las puertas y se mostraron dispuestos a colaborar desde el primer momento. Han sido unos auténticos pioneros gracias al padre Jesús Miguel Benítez. Por ello hicimos allí mismo una suelta de vencejos que habían sido recuperados por el Consorci de Recuperació de la Fauna de les Illes Balears -Cofib-».

Yaima Espinosa, coordinadora y desarrolladora de proyectos de la entidad Palma, Ciutat de les Falzies.

Para este año, además de Sant Agustí, el Socors y su entorno, existe la previsión de instalar 30 cajas nido en el tejado de la iglesia de Sant Francesc. La comunidad franciscana y el Bisbat están de acuerdo. Ahora falta la autorización de Patrimoni del Consell. Espinosa destaca que «nuestras actuaciones se limitan de momento a Palma, pero ya hay pueblos que han expresado su interés por esta iniciativa. También contactamos con asociaciones de vecinos por si quieren colaborar y la respuesta es positiva. Igualmente, contamos con la colaboración de especialistas y entidades como el GOB, SEO Birdlife y la Societat d'Història Natural de les Balears. Otra novedad de este año será la instalación de reclamos acústicos. A través de una grabación que reproduce su canto, el vencejo podrá detectar rápidamente la caja nido y tendrá la oportunidad de instalarse para formar una familia».

La coordinadora apunta que «los vencejos contribuyen al paisaje sonoro de la ciudad. Frente a los ruidos de la ciudad, su canto es un contrapunto natural y amable. No ensucian como otras aves y cumplen con una función importantísima: se alimenta de insectos, entre ellos del molesto mosquito tigre, por lo que ejerce una función de insecticida natural, sin químicos. En definitiva, nos ofrecen un sonido agradable en medio de la ciudad, no ensucian, no molestan y nos eliminan los insectos. Su presencia nos recuerda que existe una biodiversidad urbana. Y sólo quieren un lugar, un hueco, para anidar y reproducirse, y marcharse en septiembre».

Uno de los grandes objetivos de la entidad es contactar con arquitectos y empresas de reformas para que tengan en cuenta la posibilidad de colocar cajas nido, que se pueden poner y quitar, y también de instalar un tipo de ladrillo específico con un agujero que puede servir como nido. La representante de Palma, Ciutat de les Falzies apunta que «queremos ofrecer soluciones. No se trata de explicar la situación de los vencejos y quedarnos ahí. Aportamos pequeñas acciones que no representan ningún problema para posibles reformas o rehabilitaciones ni suponen cambiar fachadas, pero que pueden hacer la vida mucho más fácil a los vencejos. En el futuro, nos gustaría colocar cajas nido en todos los campanarios del casco histórico de Palma».

En el Cofib ingresaron en 2021 un total de 1.446 crías de aves. Entre ellas, la especie más abundante fue, con diferencia, el vencejo, con 681 pollos (el 47 %). El siguiente fue el gorrión común, con 202 . Si en 2004 ingresaron en el Cofib 63 vencejos, en 2019 fueron 1.422 y en 2021, 915. En el Cofib reciben alimentación, tratamiento y seguimiento veterinario. Si es un pollo, ingresa en una sala de cría para que engorde y crezca. Todos los ejemplares recuperados en el Cofib son marcados y liberados.

El apunte

¿Qué hacer si encontramos una cría herida o que necesita ayuda?

Los vencejos son una especie protegida, pero no está catalogada como vulnerable o en peligro de extinción. Si encontramos una cría herida, antes de llamar al Cofib (607 55 40 55) debemos cogerla con cuidado siempre con guantes gruesos o una toalla. Nunca acercar la cara al ave. Hay que manipularla lo menos posible. Luego, ponerla en una caja de cartón cerrada con unos pequeños agujeros de ventilación y periódico en el suelo. Colocar la caja en un lugar tranquilo, con cierta temperatura. Mejor no darle de comer y hay que descartar criarla en casa.

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