Casi una treintena de socios y simpatizantes de la Obra Cultural Balear (OCB) celebraron ayer una reunión en el Espai Suscultura, en la que se acordó constituir la primera delegación de la entidad en Palma. Se trata de un paso histórico que consolidará la organización en la ciudad, y que este año cumple sesenta años de existencia. De hecho, la OCB cuenta con unos 2.000 socios en Ciutat.
El 11 de abril puede que se presente oficialmente la nueva delegación, según avanzó ayer a este diario la vicepresidenta segunda de la OCB, Catalina Bibiloni. Dos mujeres jóvenes, junto a otras de más edad, estarán al frente, comentó la activista, y añadió que «hay muchas ganas de extender el proyecto.
El objetivo de la Obra Cultural en Palma pasa por tejer relaciones en las barriadas y acercar la cultura propia a la gente que no la conozca. En la reunión también se propuso impulsar conversaciones en catalán a los recién llegados y hacer un cinefórum en esta lengua por los barrios. La nueva directiva de la OCB, presidida por Joan Miralles, ya anunció que quería fortalecer las delegaciones territoriales.