La presidenta del Govern, Francina Armengol, y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, entre otras autoridades y representantes de las empresas implicadas, inauguraron este lunes la planta de hidrógeno verde de Lloseta, un proyecto pionero en España y en el sur de Europa y que cuenta con una inversión de 50 millones de euros, de los que la Unión Europea aporta 10. El proyecto consiste en la separación de moléculas de agua mediante electrólisis en átomos de hidrógeno y oxígeno. La compresión del hidrógeno permite el aprovechamiento de éste como combustible verde, sin emisiones. La instalación ocupa parte de la antigua fábrica de cemento de Cemex, lo que ha supuesto la reconversión de la factoría, y se alimenta de la electricidad generada por parques fotovoltaicos situados en los propios terrenos de Cemex y en Petra.
La producción prevista es de más de 300 toneladas anuales, que inicialmente pueden alimentar una parte de la flota de autobuses públicos de Palma y los servicios portuarios de la capital balear, así como establecimientos turísticos e industrias. Más adelante, el uso del hidrógeno verde podrá generalizarse a otros usos económicos y residenciales. Por su parte, se estudia el uso del oxígeno resultante para bombonas sanitarias y de buceo, y para la oxigenación de piscifactorías. El agua para la electrólisis es el 10 % del volumen que utilizaba Cemex para fabricar cemento.
En el proyecto participan Acciona Energía y Enagás, así como Cemex y el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, del Gobierno, con el apoyo del Govern y otras 30 entidades. Juan Pedro Yllanes, conseller de Transició Energètica, destacó que la planta de hidrógeno «acelera la descarbonización de la economía de Balears y avanza en la soberanía energética como estrategia para reducir nuestra dependencia del exterior». La ministra de Industria, Reyes Maroto, se refirió a que «la crisis de Cemex sirvió como oportunidad para este proyecto de reindustrialización». José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, señaló que «nos ha costado una guerra entender la importancia de la autonomía energética». Arturo Gonzalo, consejero delegado de Enagás, expresó su apuesta por «energías limpias, sostenibles e inagotables que no dependen de factores estratégicos».
Ribera resaltó que «el proyecto, con un gran valor añadido a partir de unas pequeñas instalaciones, aporta descarbonización, seguridad en el suministro y empleo de calidad con un modelo energético de proximidad y más asequible». Finalmente, Armengol subrayó que «Balears se pone a la vanguardia energética con una colaboración público-privada en un territorio frágil como las Islas ante la emergencia climática». Al acto también asistió Bart Biebuick, director de Clean Hydrogen Partnership, de la Unión Europea.