Jaume Flexas (Palma, 1973), doctor en Biología y catedrático de la UIB en el Área de Fisiología Vegetal, ofrece hoy la sesión científica Sabem com responen les plantes al canvi climàtici per què ens hauria d'importar?, organizada por la Reial Acadèmia de Medicina de les Illes Balears y el Col·legi Oficial de Biòlegs. La cita es a las 19.00 horas en la sede de la Reial Acadèmia de Medicina (calle Can Campaner, 4).
Le hago la misma pregunta que el título de la conferencia.
— Sabemos algunas cosas, pero nos faltan muchas por saber. Resulta fácil saber cómo responde una planta ante variaciones de factores por separado: CO2, temperatura, cambio de precipitación... Pero cuando todos estos factores ocurren juntos, como está pasando con el cambio climático, todo es mucho más difícil. La temperatura media global se ha incrementado en 1,5 grados respecto a la era preindustrial, pero el aumento ha sido de 3 grados en el Ártico. Los años más cálidos respecto a las medias son cada vez más frecuentes. Con ello quiero decir que el incremento de temperaturas no es igual en todas partes ni todas las plantas son iguales. En este sentido, el cambio climático es muy complejo. Y, por ejemplo, todavía no hay un solo estudio sobre la respuesta de musgos y helechos.
¿Se estudia más la respuesta en especies de cultivo, productivas, aunque solo sea por interés?
— Sí, se hacen simulaciones, pero el conocimiento sigue siendo muy limitado y son experimentaciones a corto plazo. Podemos realizar simulaciones en un invernadero, pero las condiciones no van a ser las mismas que en la naturaleza: ni la luz será la misma ni el viento será el mismo, por poner dos ejemplos.
Pero, en general, ¿qué panorama aguarda a la vegetación si no frenamos el cambio climático?
— En general, las plantas subsistirán. Unas se verán más favorecidas y vivirán mejor, pero otras se extinguirán. Hace millones de años, la concentración de CO2 era 20 veces mayor que la actual, pero aquí interviene la segunda parte de la pregunta de la conferencia: por qué debería importarnos como seres humanos. Las plantas son unas reguladoras brutales del clima. Pueden producirse desplazamientos geográficos de las especies productivas, la deforestación tiene consecuencias negativas, con menos plantas hay más sequías y al revés, y con menos plantas incluso tendremos menos recursos para la salud. Algunas de estas cuestiones ya son una realidad. En el Reino Unido se ha multiplicado el cultivo de la viña, impensable hace unas décadas. Y en el Mediterráneo las sequías son más prolongadas. La paradoja negativa es que, con menos agua, necesitaremos más agua para regar. Los cereales tienen un mayor rango de temperatura para aguantar, pero la viña es mucho más sensible a unas mínimas variaciones. Una consecuencia puede ser el cambio de las variedades actuales por otras más resistentes a los nuevos escenarios.
En Baleares, con más temperatura y menos precipitación, ¿veremos el encinar desplazado por el pinar?
— Sí, puede ser una previsión, pero, como ya he comentado, no ocurre lo mismo en todas partes. Por ejemplo, en el sur de Francia podrían ser los robles los desplazados por las encinas.
¿Otros datos?
— En el Mediterráneo y en el trópico, con más temperatura y menos precipitaciones, las plantas están produciendo menos fotosíntesis que hace 30 años. Más o menos en el mismo período, los inventarios forestales indican clarísimamente una mayor tasa de mortalidad de árboles en Europa y Estados Unidos. En los últimos cien años se han perdido unas 600 especies de biodiversidad vegetal. Si no hay freno al cambio climático, esta pérdida se va a acelerar. Mientras tanto, la población humana sigue creciendo, sustituyendo zonas boscosas por agrarias o urbanas. Estamos robando territorio a la vegetación. Con menos biodiversidad vegetal, todo es menos productivo y absorbemos menos CO2.
El apunte
Entre los más influyentes del mundo
El ránking internacional Highly Cited Researchers 2021 destacó a Jaume Flexas entre los investigadores más influyentes del mundo. Su presencia en este tipo de ránkings es habitual desde hace años. En la primera década del siglo, Flexas ya fue galardonado con premios españoles y europeos como joven investigador.