Lorenzo Arbós tuvo una mala caída cuando esperaba para ser intervenido de cervicales «y se me removió todo». Tiene una lesión medular en el estadio más leve que le lleva a rehabilitación a Sant Joan de Déu desde el pasado 5 de octubre «para poder volver a caminar».
Cuando conoció los resultados del estudio realizado en Suiza, lo tuvo claro: «es un gran logro que ha llevado mucho trabajo y para que pueda continuar hay que invertir dinero», advierte.
«Cuando ha interesado hemos tenido una vacuna de la COVID, si hubiera inversión se adelantaría y daría una solución a muchas personas que no pueden caminar, normalmente por un accidente de tráfico», añade. «Está dado el primer paso, el problema será dar el segundo».
No es la frase ni la consideración más innovadora que haya oído, pero viene bien refrescarlo.