El obispo auxiliar de Barcelona, el mallorquín Antoni Vadell, sigue hospitalizado en la Ciudad Condal con «una evolución progresiva de la enfermedad muy grave, debilitándose paulatinamente su salud», ha informado este jueves el Arzobispado de Barcelona.
El obispo nacido en Llucmajor agradece todas las oraciones por él y las muestras de cariño recibidas. En julio del año pasado le fue diagnosticado un cáncer de páncreas, por lo que inició un tratamiento médico.
Pocos días después el papa Francisco le llamó desde Roma para mostrarle su apoyo, lo que dejó al obispo «impresionado» y «conmovido». El sacerdote mallorquín fue nombrado obispo auxiliar de Barcelona en junio de 2017 y, con 45 años, se convirtió en el prelado más joven de España.