Este viernes, el pediatra Jorge Muñoz, que lleva años afincado en Mallorca, se encontraba en la sede de la editorial Planeta firmando ejemplares de su próximo libro. «Esto es un sueño», decía el popular médico que el pasado miércoles sacó a la venta su primera obra, Doctor, ¿y ahora qué? Preguntas que solo le harías al pediatra de tus hijos (Editorial Espasa). Ha sido jefe de pediatría del hospital Quirón PalmaPlanas y ahora difunde su mensaje tranquilizador con este libro.
¿Cómo ha dado el salto de la consulta a una gran editorial?
— Hace dos años se puso en contacto conmigo la editora Virginia Galán ofreciéndome el proyecto. Ahora es una realidad. Siempre he tenido mucha presencia en los medios y en las redes sociales [En Instagram cuenta con más de 29.000 seguidores]
¿Por qué los padres acuden a los sanitarios en las redes?
— Ahora está todo colapsado. He iniciado un proyecto en el que atiendo a mis pacientes de manera individual, con consultas de media hora larga por niño, sin las prisas por la agenda. No hacen falta seguros médicos y las tarifas son asequibles. Soy una especie de médico de pueblo. Es necesaria la cercanía terapéutica, ayuda a la cura del niño.
¿Están las familias más desamparadas por la pandemia?
—Esto ya ocurría incluso en la época pre COVID. Los servicios sanitarios están colapsados, incluso para las llamadas telefónicas. Si no tienes a nadie cercano como un médico, un enfermero o un administrativo que te eche una mano, estás desamparado. Hay cierta desilusión entre los pacientes, esperando a que les digan algo.
Acudir a las redes en busca de consejo, ¿es un problema?
—Existe un problema serio de exceso de información y los padres acuden a la consulta con todo tipo de opiniones ya formadas. Incluso entre los propios profesionales se crea tantas dudas...En un mar agitado de dudas, pierdes seguridad en las decisiones sobre tu hijo y necesitas un persona de confianza.
¿Antes se confiaba más en los médicos?
—La generación anterior era más respetuosa con la opinión medica. Con tanta información se replantean lo que les decimos. Pero yo les digo a los padres: confiad en mí. Hay que encauzar con cariño a los padres y madres. Vivimos en un país done todo el mundo sabe de medicina y de fútbol. Miran en Google pero luego el médico le tiene que explicar lo que hay.
¿Cuáles son las principales preocupaciones parentales?
— Tienen muchas preguntas y les digo a los padres primerizos que traigan la lista de preguntas, que no se queden con las dudas.Quiero que salgan de la consulta tranquilos, lo que más les preocupa es el atragantamiento y la fiebre. En el libro se habla de situaciones reales, sin tecnicismos. Es un manual tranquilizador para las familias sobre temas médicos banales.
¿Por qué los padres parecen tan desorientados ahora mismo?
— He visto casi tres generaciones de padres y ahora mismo hay un exceso de información. Ellos se plantean los consejos y el pediatra tiene que hacer un trabajo extra informándoles. Antes los padres se esperaban tres o cuatro días cuando el niño tenía fiebre, le daban un vaso de leche caliente, un caldito... Ahora se pierden y sienten ansiedad. Por eso ahora tenemos más presión asistencial.
¿Cómo están afrontando la pandemia los niños?
— Nos están enseñando mucho pero psicológicamente no lo han llevado bien. Ahora los adolescentes y preadolescentes se ven más gracias a la vacunación. Aunque ahora hay contagios en los colegio, los niños y los profesores lo están haciendo muy bien. La mayoría de los contagios son asintomáticos o leves.