BBVA Research prevé que el crecimiento económico se mantenga al alza en las comunidades autónomas tanto este año como el próximo, incluso en Baleares donde pronostica un aumento del 8,3% en 2022 y del 6% en 2023. Así se desprende de los datos del Observatorio Regional del primer trimestre de 2022 de BBVA Research dado a conocer este miércoles, en el que se mantiene prácticamente las previsiones de crecimiento en 2021 en casi todas las regiones, excepto en Baleares, que se revisa al alza en 3 puntos porcentuales por el negativo del crecimiento del PIB en 2020. Así, BBVA espera una «recuperación intensa» de todas las comunidades autónomas para 2022, en particular de Canarias y Baleares, que crecerán un 9,6% y un 8,3%, respectivamente, por encima de la media nacional del 5,5% de crecimiento estimado para este año.
El informe pronostica un inicio de año ralentizado por la oleada de contagios de la variante ómicron y su impacto en el turismo y en el consumo, aunque menor que en olas anteriores. También por los cuellos de botella y los problemas en las cadenas de producción, que se refleja, sobre todo, en el crecimiento en las comunidades del centro y del norte peninsular. Otros factores, como el encarecimiento de los precios energéticos y de las materias primas incidirán en el comportamiento de las comunidades en las que tienen mayor peso las exportaciones energéticas. Sin embargo, superado estos tres primeros meses, el análisis de BBVA Research sostiene que el ahorro embalsado podría favorecer una aceleración en el consumo. La economía se verá impulsada también por la actividad de la construcción residencial, la aceleración de las ventas, la llegada de los fondos europeos y la mejora del empleo y la renta.
Cataluña y Madrid
El turismo también ayudará a las regiones más dependientes de este sector, como los casos de Canarias y Baleares, además de Cataluña y Madrid, con crecimientos del 5,7% en ambos casos para este año, dos décimas por encima de la media nacional. Aunque la mayoría de las comunidades autónomas crecerán por encima del 5%, algunas se quedan por debajo, como Aragón, con un 4,7%; Castilla y León, con un 4,6%; Castilla-La Mancha, un 4,8%; y La Rioja, con un 4,9%. BBVA Research advierte de que el escenario de recuperación podría cambiar si existieran retrasos en la ejecución de los fondos europeos y sus inversiones asociadas. Tampoco descarta que los precios de la energía lastren a las regiones del norte de España. A esos riesgos, la entidad suma la inflación general y subyacente, más peligrosa para comunidades muy expuestas a la competitividad exterior, como Aragón y Castilla y León.
Recuperación
Las comunidades autónomas recuperarán los niveles prepandemia en 2023, según BBVA Research, aunque, al mismo tiempo, ese año avanzará con menor dinamismo. Solo quedarán rezagadas Canarias y Baleares, por el fuerte impacto que sufrieron durante la pandemia y sus restricciones. Por comunidades, las del sur y el oeste recibirán el impulso de los fondos europeos, debido a la mayor relevancia del sector público. Por el contrario, las del norte y las del valle del Ebro, hasta Cataluña, mostrarán un comportamiento más lento, como consecuencia de la ralentización de la demanda europea y la actividad exportadora de estas regiones. BBVA Research también observa un «menor impulso del turismo», que podría tener «un fuerte impacto en el crecimiento regional», sobre todo de Canarias y Baleares.
Además de las proyecciones para 2022 y 2023, el Observatorio también se fija en el comportamiento de la economía española y de las comunidades autónomas durante 2021. España creció el pasado año, según BBVA Research, un 5,1%. Por debajo de esa cifra se situaron las comunidades del norte, por el menor avance del consumo y los cuellos de botella, que mermaron la actividad industrial y a las exportaciones. No obstante, en esa zona existen excepciones como Galicia y Cantabria, ayudadas por el turismo nacional. Por encima de ese 5,1% se situaron las islas y las comunidades del Mediterráneo, también impulsadas por el turismo y el consumo interno. El crecimiento de Madrid y, en menor medida, de Cataluña se vieron condicionados por la falta de recuperación del turismo urbano.