El jefe de Virología del hospital de Son Espases, Jordi Reina, sostiene que «ómicron nos dará inmunidad de grupo, al menos, hasta verano». En este sentido, argumenta que hay muchas más personas contagiadas de COVID-19 de las que recogen las estadísticas, ya que muchas lo pasan de manera asintomática y no llegan a ser conscientes de ello. Según las cifras oficiales, un total de 160.759 ciudadanos de las Islas han pasado el coronavirus, aunque realmente son más.
Desde que apareció la variante ómicron los contagios se han disparado, ya que es mucho más infecciosa, aunque menos virulenta que las otras. Reina asegura que «acabaremos todos infectados» y prevé que sea mayoritariamente de forma leve, lo que nos podría dar una inmunidad de grupo de unos seis meses. Otra de las previsiones con las que trabajan los expertos es que la COVID-19 tenderá a comportarse como un virus estacional de otoño-invierno, parecido a la gripe. Es lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llamado como «gripalización de la enfermedad».
El jefe de Virología del hospital de Son Espases expone que esta situación, de infecciones masivas, le recuerda a las olas de epidemia de la gripe, que solía durar hasta el mes de marzo y luego desaparecía, hasta el próximo otoño; es decir, comportándose como un virus estacional de otoño-invierno. Su deseo es que esto también ocurra con la COVID-19 y por lo que se está viendo en estos momentos, aunque siempre puede cambiar, parece que es así. «Estamos en la etapa final de una expansión masiva», declara. En este punto, destaca el papel de las vacunas, que han motivado que el coronavirus sea menos virulento.
Respecto a la gripalización del coronavirus, Reina explica que consiste en dejar de tratar la COVID-19 como una pandemia masiva y empezar a hacerlo como con la gripe, con una red de vigilancia a nivel de Atención Primaria. Uno de los cambios sería que únicamente se realizaría PCR a las personas de riesgo. No obstante, Reina reconoce que aún hay algunas diferencias entre el coronavirus y la gripe, ya que con la segunda no ingresaba tanta gente en los hospitales, especialmente en la UCI, como con la primera. Se espera que con los antivirales, que se administrarán bajo prescripción médica, se pueda reducir el número de personas que necesitan ser ingresadas en los hospitales.