La enfermera Ana Mayorquín es una de las especialistas en los trastornos de la conducta alimentaria en el Hospital de Día de Son Espases. Explica que la aparición de conductas disruptivas con la alimentación pueden partir de un miedo, miedo a engordar, o de un síntoma como consecuencia de una restricción.
A pesar de todo, asegura que «he visto a muchas personas curarse, si bien es cierto que curarse de un Trastorno de Conducta Alimentaria (TCA) es cuidarse la alimentación, el cuerpo y la salud. Según señalan los informes, la media para curarse de este diagnóstico va desde los 3 a 5 años.
Además de la anorexia y la bulimia, existen el trastorno por atracón o los trastornos de la conducta alimentaria no específica. Mayorquín explica que la mayoría de casos diagnosticados por anorexia son mujeres y esto lo justifica porque «hay menos hombres que visitan un psicólogo por algún problema». De hecho, la frecuencia es que por cada nueve mujeres diagnosticadas, hay un hombre. Sin embargo, en otro tipo de conductas, como las de por atracón, hay una proporción semejante entre ambos géneros.
Empezar poco a poco es fundamental al tratar con estos pacientes. «Hay que hacer un trabajar muy personal. Generamos con ella confianza y le preguntamos si tiene algún objetivo. Desde ahí, empiezas a entrar y a ver si tiene malestar», explica la enfermera.
Sobrecarga
El Hospital de Día así como la de infantil han notado este último año un repunte muy elevado de nuevos pacientes. La enfermera asegura que, tras el confinamiento, «se ha notado mucho la sobrecarga en las unidades». Son cuatro los especialistas que trabajan en su unidad y asumen una carga doble de trabajo. «Dijimos que la pandemia traería cola», lamenta.