Cuando parecía que todos los puentes estaban rotos entre la dirección del PI y el sector crítico del partido las dos partes se han dado una última oportunidad. Los rebeldes Pere Soler y Toni Roldán, que en el pasado congreso se enfrentaron a la actual dirección, se reúnen hoy con el presidente de los regionalistas, Tolo Gili; y con el diputado y dirigente Josep Melià.
Se trata de un encuentro que el presidente del partido, Tolo Gili, ha intentado celebrar en varias ocasiones en los últimos meses y que los críticos del PI hasta ahora habían rechazado. Pero en esta ocasión ha sido el sector rebelde del PI quién ha solicitado reunirse con la dirección del partido. «Nos han llamado, yo les he preguntado si era para arreglar las cosas y estamos a la expectativa», explicó el presidente del PI, Tolo Gili. «Queremos hacer un último intento para acercar posturas y hacer propuestas a la actual dirección», explicaron fuentes del sector crítico. En la ejecutiva del partido y entre el sector rebelde ha sorprendido la petición de realizar el encuentro. Y ambos bandos prefieren no adelantar sus expectativas y esperarán a que finalice la reunión para pronunciarse al respecto.
Expediente
Hay que recordar que la tensión es máxima entre los dos bandos del PI. Los rebeldes destituyeron a la portavoz oficialista Xisca Mora a espaldas de la dirección del partido para sustituirle por el crítico Pere Soler. Ante esa actuación el Comité de Disciplina del PI ha abierto expedientes a los dos consellers insulars rebeldes con la ejecutiva de los regionalistas: Soler y la también crítica Isabel Febrer. La reunión de hoy se produce antes de la reunión en que el comité comité disciplinario deberá decidir si suspende de militancia o expulsa del PI a los dos consellers insulars críticos.
El apunte
Un encuentro que se ha hecho esperar demasiado
El pasado congreso del PI dibujó un partido con dos sectores que necesitan entenderse. Nadie puso en duda la victoria del actual presidente Tolo Gili. Pero los miembros de la candidatura que encabezó Toni Roldán pronto mostraron su distanciamiento. Desde entonces ha habido numerosas llamadas a la calma y decenas de personas han intentado inermediar para conseguir un encuentro que permitiese acercar posturas entre la ejecutiva del PI y los rebeldes del partido. Una reunión que nadie entiende porque no se ha producido antes.