46.826 toneladas de comida acabaron en la basura en Mallorca en 2019. Esta es la cifra de la vergüenza. Trozos de pescado que sobran en la mesa y no se les da una nueva oportunidad en otra comida o reaprovechados en otro plato, huevos olvidados en la nevera que acaban en la basura tras caducar... la lista es infinita. Lo apunta Paula Valero, directora general de Políticas para la Soberanía alimentaria: «Baleares es una de las comunidades que más alimentos desecha sin consumir». Y los datos que aporta son de 2019, habrá que esperar a conocer las cifras de desperdicio de 2020, en especial durante la etapa el confinamiento, cuando la mayoría de gente se obsesionó en comprar de más, para analizar el alcance del problema. «¿Cuántos de esos productos que adquirimos 'por si se acaban' terminaron en la basura sin abrir?», se pregunta Valero.
Más datos. Según cifras del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, solo los hogares españoles desperdiciaron un total de 1.229 millones de kilos de alimentos y bebidas en 2017, es decir, el 4,3 por ciento del total de su cesta de la compra anual.
Y si nos centramos en Baleares, la situación tampoco es muy esperanzadora: un estudio de la cadena alimentaria en nuestra Comunidad elaborado por la Dirección General de Políticas para la Soberanía Alimentaria del Govern balear revela que cada isleño desecha mensualmente 5 kilos de comida.
Las cifras de la culpabilidad
Pero los consumidores no son los únicos responsables. El desperdicio ocurre en todos los procesos de producción: cultivo, procesado, distribución y consumo. Es decir, tanto los agricultores, como los restaurantes y hoteles, así como los consumidores, tienen su parte de responsabilidad en la cantidad exorbitante de comida que se pierde.
Podríamos decir que la pirámide de ‘culpabilidad' quedaría establecida en Mallorca de la siguiente manera: en 2019, los hogares de la Isla desecharon 31.769 toneladas de comida; los apartamentos turísticos, 2.106; unas 6.283 toneladas terminan en la basura de bares y restaurantes; y los hoteles son responsables de que 6.668 toneladas de productos de alimentación no se consuman.
Los productos que más acaban en la basura
El Informe del consumo de alimentación en España es claro: productos sin utilizar por deterioro o caducidad y los platos precocinados son los que acaban en la basura. Y los productos frescos son los más desechados: la fruta (32 %) y la verdura (14,1 %) son los alimentos que antes van a parar al cubo de la basura, seguidos de los lácteos (13.1 %), el pan (6.5 %), las carnes (6.3 %) o el pescado (2.9%).
Causas del derroche
Las más habituales son la falta de previsión a la hora de hacer la cesta de la compra; obviar las técnicas de reaprovechamiento de alimentos; y no conocer la diferencia entre fecha de caducidad y consumo preferente hace que mucha gente crea que un producto está en mal estado, cuando en realidad se puede consumir sin ningún problema.
¿Cómo evitamos el despilfarro de comida?
La directora general de Políticas para la Soberanía Alimentaria apunta la importancia de la «compra responsable», adaptada a los bolsillos, eligiendo productos de temporada, mejor si son locales, es decir, kilómetro 0. También recuerda «no caer en la tentación» de las ofertas del 3x2, sobre todo cuando se trate producto fresco.
Además, Paula Valero aboga por ir eliminando el plástico y comprar más a granel, para evitar el uso injustificado de este material.