Habrá cerveza de sobra esta Navidad pero será más cara. Los fabricantes españoles descartan que haya problemas de abastecimiento en Baleares debido al elevado peso de la producción nacional, que supone el 90 % de las ventas, aunque apuntan a un leve encarecimiento debido a la subida de precios en las materias primas. «De momento no nos hemos visto afectados por la crisis logística ya que casi el 100 % de los proveedores son locales. La malta de cebada, arroz y lúpulo provienen de agricultores ubicados en el Mediterráneo», afirman fuentes del Grupo Damm.
Por su parte, Jacobo Olalla, director general de la patronal Cerveceros de España, apunta a que «puede haber algún problema coyuntural con alguna marca concreta, pero la gran diferencia con el resto de bebidas es que el 90 % de la cerveza que se consume en España se produce en el país». En cuanto a la materia prima tampoco se han registrado graves contratiempos, casi toda la cebada malteada, el maíz y el arroz que utilizan las marcas locales se produce en España, solo algunas marcas concretan han podido tener algún problema puntual con el lúpulo.
De hecho, los problemas en la cadena de suministros ni siquiera están afectando a las exportaciones. Las dificultades que pueden haber surgido se centran, sobre todo, en algunas marcas de importación. En cuanto al embotellamiento también descartan las marcas locales y nacionales que vayan a tener problemas, ya que la mayoría de ellos utilizan vidrio local y sus fabricas están situadas en España. En este sentido, el sector respira aliviado de cara a las fiestas navideñas y restan importancia al colapso con los problemas de producción y transporte. Cabe recordar que se trata de uno de los sectores más damnificados durante la pandemia, ya que gran parte de sus suministros de cerveza iban destinados a bares, restaurantes y locales de ocio que permanecieron cerrados durante meses.
Sin embargo, otras bebidas espirituosas si que se pueden ver afectadas en sus suministros. El ron producido en el caribe o el whisky inglés podría tener problemas con transporte y generar problemas de stocks de cara a las fiestas. Las perspectivas nos son tan halagüeñas para los bodegueros de Mallorca, que hace unas semanas ya alertaron de la falta de vidrio. «No embotellamos todo el vino que deberíamos», aseguraron desde el sector. Los empresarios del vino inciden en que la falta de botellas ha generado «nerviosismo» y que pude llegar a ser un «problema serio».