La expedición y posterior desembarco de los milicianos del capitán Bayo en agosto de 1936 para ‘recuperar' Mallorca para el Gobierno de la República –y que culminó con un rotundo fracaso en uno de los episodios bélicos más cruentos de la Guerra Civil– centrará el IV plan de localización y exhumación de fosas de la Dirección General de Memòria Democràtica que depende de la Vicepresidència del Govern.
Así lo confirmó ayer el secretario autonómico y coordinador de este área, Jesús Jurado, en vísperas de la celebración, este 29 de octubre, del Día del recuerdo y reivindicación de los valores democráticos y la lucha por la libertad, que se instauró con la aprobación de la Llei de memòria i reconeixements democràtics.
El acto central se celebrará esta tarde con la entrega de certificados de reconocimiento a familias de 125 personas víctimas de la represión.
Es el primer acto multitudinario –han confirmado su asistencia más de 300 familiares directos o indirectos– de este tipo que se celebra en España. De hecho, participará el director general de Memoria Democrática del Ministerio de la Presidencia, Diego Blánquez. También sus homólogos de Catalunya y Valencia, Antoni Font e Iñaki Pérez.
Catalunya y el desembarco
La expedición de Bayo fue organizada por el Govern de la Generalitat de Catalunya y autorizada por el Gobierno de la República pese al convencimiento del presidente Manuel Azaña de que no había posibilidad alguna de ‘recuperar' Mallorca y Eivissa –Menorca quedó del lado republicano– y centenares de milicianos murieron. Son decenas las familias que se han dirigido al actual Govern catalán con el convencimiento de que fueron enterrados en fosas de Mallorca.
Según explica Jesús Jurado ya ha habido contactos previos con Antoni Font, que hoy estará en Mallorca, para coordinar la actuación ante el próximo plan de fosas en municipios del Llevant. Jurado insiste en la necesidad de que familiares de catalanes enterrados en Balears faciliten muestras de ADN y que haya colaboración entre los dos gobiernos. También una columna de milicianos procedente de Valencia desembarcó en Balears, concretamente en Eivissa.
El Govern ha puesto en marcha tres planes de localización y exhumación de fosas. El último hallazgo de restos ha sido en Son Coletes (Manacor).