Se ha convertido en el candidato de Més a presidir el Govern en los comicios que se celebrarán en 2023. Lluís Apesteguia, actual alcalde de Deià, no titubea a la hora de defender que su formación debe tener más peso en el actual ejecutivo.
¿Tiene la sensación de haber ganado el pulso a los actuales dirigentes de Més y a la candidata por la que habían apostado?
— Mi candidatura no ha ido en contra de nadie. Me he centrado en explicar un proyecto estratégico. Al final la militancia ha apostado de forma clara para que Més sea decisivo y que las políticas que defendemos impregnen toda la acción del Govern. Ésta es la estrategia que he propuesto y espero que todos los que formamos parte de Més nos sentamos ganadores.
¿Es la militancia la que ha dado un tirón de orejas a los actuales líderes de la formación?
— Durante las primarias no se ha cuestionado a las personas que ocupan responsabilidades institucionales en Més o en el Govern. Creo que hay que revisar las condiciones con las que Més se ha integrado en los diferentes pactos de izquierdas, pero no hay que cuestionar las personas que representan a Més en el Govern o en el Parlament.
¿Por qué apuesta por revisar el pacto en el Govern?
— No es una idea que defienda yo. Ya lo dijo hace unos dos meses Antoni Noguera, el coordinador general de Més. Él mismo apostó por evaluar el cumplimiento del Pacte después del congreso que celebraremos en noviembre. Yo estoy de acuerdo. Una vez pasado lo peor de la COVID y ahora que hemos cruzado el ecuador de la legislatura hay que hacer esa evaluación. Debemos comprobar si se están cumpliendo todos los puntos del acuerdo o si se está en disposición de cumplirlos.
¿Que pasaría en el peor de los escenarios? ¿Esta legislatura podría acabar con Més fuera del Govern?
— No creo que nadie quiera formar parte de un Pacte que no se está cumpliendo. Entiendo que si todos queremos que este pacto llegue a buen puerto, los acuerdos se cumplirán. Si no se cumplen y no existe disposición para cumplirlos, la opción de salir del Govern tiene que estar encima de la mesa.
¿Descarta que Maria Ramon se convierta en su número 2?
— Es un asunto del que no hemos hablado Maria y yo. No sé cual es su voluntad, es una conversación que tenemos pendiente y en todo caso tendremos que compartirlo con la ejecutiva para que, si llega el caso, se lleve a la asamblea. No tengo ninguna manía en decir que Maria Ramon es una persona totalmente imprescindible en el futuro de Més y que hay que tenerla en cuenta. Ahora bien, las listas electorales no son sólo cosa mía.
¿Preferiría tener a Bel Busquets a su lado?
— Tampoco he hablado con ella. He compartido actos con Bel Busquets, con Jaume Alzamora y también con Maria Ramon, en este proceso de primarias no se ha producido ninguna fractura en Més.
¿Quién quiere de acompañantes en su carrera al Parlament?
— La diversidad de sensibilidades que existen en Més es muy grande y no sólo se rigen por los apoyos que hemos recibido los candidatos a primarias. Hay matices ideológicos, generacionales, territoriales y para formar los equipos se han de tener en cuenta todos. Las listas tienen que ser plurales y los órganos del partido también.