Terraferida ha detectado como mínimo 11.214 parcelas edificables en terrenos de Superficie Agraria Útil (SAU) de Mallorca y calcula que, si se construyera en ellos, esto podría hacer menguar la superficie agraria de la isla alrededor de un 25 %.
La entidad ha extendido el estudio sobre potencialidad de edificación en suelo rústico que presentó el pasado mayo, analizando los efectos que podría tener sobre la superficie agraria y ha alertado en un comunicado de que considera la situación preocupante, dado el creciente abandono del campo y que Mallorca depende de la producción exterior y solo se puede autoabastecer en un 15 %.
Terraferida ha identificado 53.200 viviendas ya edificadas y un total de 72.137 parcelas que tienen alguna edificación. El potencial urbanizador es «aún mucho mayor», alertan, con 11.214 parcelas edificables, que suman 41.500 hectáreas.
A estas parcelas habría que sumar 7.448 parcelas con edificaciones ampliables. Si se acaban edificando las más de 18.600 parcelas edificables o con construcciones ampliables ocuparían 4,4 km² de territorio.
Según Terraferida, éste sería el potencial urbanizador mínimo, ya que no han podido identificar cuántas parcelas lindantes se pueden agrupar para conseguir alcanzar la parcela mínima edificable en Mallorca (los 14.000 m²), una operación urbanística habitual en la isla.
Terraferida explica que cuando una parcela rústica se urbaniza, «normalmente deja de ser viable» porque implica el cambio de usos agrarios a urbanos, o bien la reducción del espacio agrario, caminos que parten las parcelas, nuevos muros y cierres que dificultan el trabajo agrario y competencia por el agua.
Según la entidad, la actividad agraria llega a ser considerada «molesta por parte de los nuevos residentes» y alertan de que la urbanización del campo y el abandono de la agricultura han llevado a Mallorca a una dependencia del exterior casi total, «con una cuota de autoabastecimiento preocupante de sólo el 15 %».
Por municipios, el que tiene más parcelas edificables es Manacor con 1.310, seguido de Felanitx (957), Campos (738) y Santanyí (679).
Terraferida recuerda que Felanitx tiene previsto aprobar esta semana rebajar la parcela mínima edificable, de 15.000 a 14.200 m², lo que supondrá que se puedan edificar hasta 158 parcelas que estaban protegidas desde 1969 (120 parcelas edificables y 38 edificaciones que podrían ampliarse). Representan un 12,5 % más en Felanitx y un 1 % más en el conjunto de Mallorca.
La entidad conservacionista ha pedido al Consell de Mallorca «responsabilidad» y a la Conselleria de Medio Ambiente que no permita «este retroceso en un municipio tan castigado por la urbanización».
Terraferida asegura que «el suelo rústico es lo más valioso que tiene Mallorca» y pide «frenar la avalancha urbanizadora en 'foravila' y proteger que queda».
Recuerda que, en los últimos 25 años, se han concedido como mínimo 10.000 licencias para construir grandes viviendas con piscina en suelo rústico, un fenómeno que expulsa la agricultura, elimina miles de puestos de trabajo con impacto positivo sobre la tierra y el paisaje y crea más dependencia alimentaria.
Además, el uso urbano del campo dispara el consumo de agua, reduce la capacidad productiva del suelo y la diversidad biológica.
Terraferida recalca que Menorca protegió íntegramente el suelo rústico en 2003 y, en la actualidad, «todo el mundo reconoce que fue un acierto histórico».