La campaña de vacunación de Baleares contra la COVID-19 vuelve de nuevo donde empezó, a la residencia Sant Miquel, donde este mismo jueves se han vacunado con tercera dosis todos los residentes menos cinco, cuyos familiares habrían rechazado el suero. «La mayoría de los residentes son dependientes y no tienen una opinión formada sobre esto, en general son las familias y la mayoría están de acuerdo en que estén seguros», ha explicado Maria Eugenia Quetglas, coordinadora de enfermería del centro.
Sant Miquel, de hecho, vivió un brote de COVID con 10 afectados este verano que, aseguran que gracias a la vacunación, «siguen aquí con nosotros, todos bien», añade.
La misma situación se ha vivido en algunas otras residencias de Balears donde la previsión es terminar la campaña, en los 55 centros y entre los 4.200 usuarios, la semana que viene.
Estefanía Serratusell, subdirectora de atención a la cronicidad del IB-Salut aseguró que se dejará para el último lugar a las residencias con algún brote activo importante como es el caso de Borenco, en Palma.